Winslet llegó el jueves para presentar la película Un dios salvaje, de Roman Polanski. Y aunque tenía la fuerte competencia de Madonna, que estrenaba su segunda película como directora, la británica se llevó de calle a la crítica por su excelente interpretación y al público por su sonrisa. Y por su elegancia. Si por la mañana llevaba un minivestido negro acompañado de una chaqueta desestructurada en gris, por la noche, con un recogido alto, deslumbró con un vestido superceñido, más corto de lo habitual para estos eventos, color verde amarronado y gran escote.

La protagonista de Titanic volvió ayer a la sala de prensa para presentar la miniserie televisiva Mildred Pierce, una interpretación que le parece la más desafiante de su carrera, al tiempo que reconoció el gran esfuerzo que supone rodar en televisión frente al cine, y volvió de nuevo a concitar todas las simpatías. Con un traje pantalón (corto) y camiseta negra, Winslet estaba de nuevo perfecta en directo y en la serie que presentaba, una de las sensaciones de la temporada y nominada a 21 Emmy, considerados los Oscar de la televisión.

Y eso que volvía a tener competencia, la de la italiana Monica Bellucci, también impresionante y con un conjunto similar al de la británica. Traje pantalón (esta vez largo) negro y camiseta blanca.

Pero de nuevo salió victoriosa de un duelo en el que tenía las de ganar. Sus trabajos han sido mucho mejor recibidos que la película que presentaba la italiana, Un été brûlant.

Por si aún no hubiera bastante de Winslet, hoy regresará con Contagion, de Steven Sodebergh, fuera de concurso, pero que también le permitirá pisar la alfombra roja por tercera vez.

Abucheo a 'Un été brûlant'

Tres días han bastado para que se oigan los primeros abucheos en el Festival de Venecia y su destinatario fue el francés Philippe Garrel que presentó en la competición oficial Un été brûlant, una historia con Monica Bellucci a la cabeza que ha convencido a muy pocos.

Una historia de amor a la francesa, protagonizada por Bellucci y Louis Garrel -hijo del director- que sólo ha gustado a los seguidores del cine poético del autor de Les amants réguliers o La frontière de l'aube. "Mi película nace del inconformismo, que es mi forma de acercarme al cine", aseguró el director.