La Escuela de Música Pedro Espinosa es toda mi vida", comentó ayer Óscar, un músico en ciernes de diez años que, trompeta en mano, no dudó en dirigirse a la prensa para expresar su malestar por la situación que amenaza con acabar con unos de sus sueños. "Si quitan la Escuela también clausuran la Banda infantil en la que toco los finales de curso y las vacaciones de invierno y verano, y la Banda de Gáldar, de toda la vida, en la que me gustaría tocar algún día".

Pedro fue uno más del millar de personas que se manifestaron ayer por las calles de Gáldar para protestar por los despidos de cinco trabajadores de la Escuela Municipal de Música Pedro Espinosa de Gáldar, medida que amenaza con la supervivencia del centro, que lleva casi 30 años ensañando cultura y generando la cantera de la centenaria Banda Municipal de Gáldar.

La manifestación musical, convocada por los padres de alumnos de la Escuela, fue secundada por un amplio número de alumnos y vecinos, así como profesores, músicos de la Banda Municipal y de otras bandas de la Isla, de las orquestas Filarmónica, Sinfónica y Bela Bartok, profesores del Conservatorio Superior de Música de Las Palmas...

Todos marcharon por las calles de Gáldar de forma pacífica y al ritmo de la Banda del municipio, cuyo director, Rubén Guerrero, se había reunido horas antes con el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, para intentar un acuerdo que no llegó. "La proposición que hace el Ayuntamiento es que todos los profesores se desvinculen laboralmente del consistorio y que cada uno se haga autónomo. El Ayuntamiento colaborará en la cesión de instalaciones y una posible aportación a los autónomos para que completen sus salarios".

Guerrero indicó que dicha propuesta es inviable "porque sería renunciar a los derechos laborales adquiridos. Hay profesores que llevan 26 años trabajando, y la media lleva ocho, como las dos profesoras despedidas en agosto. Este año se quedan unos 400 niños sin clases. Esto es una estocada mortal porque la escuela está descompensada, hay muchas especialidades que no se van a impartir, como clarinete, flauta, saxofón, que repercuten en la banda municipal de música, que no va a tener cantera, y no solo desaparecerá a corto y medio plazo la Escuela, sino la Banda, que va a cumplir 150 años".

Melquiades Pérez, portavoz de los padres de alumnos de la Escuela Municipal, apuntó que la propuesta del Ayuntamiento es descabellada. "Ser autónomos no es la solución porque es pasar de un servicio público a privatizarlo no sería un servicio municipal", y pidió a las autoridades municipales que se sienten a negociar una salida aceptable para todos. "Solo queremos que se siga trabajando por la música en este municipio. A partir de aquí y viendo la respuesta del alcalde, ya veremos qué medidas se toman, lo que sí tenemos claro es que no vamos a parar".

Los manifestantes pidieron al Ayuntamiento que estudie el plan de viabilidad desarrollado por el claustro de profesores. "Lo único que queremos es una negociación, que el Ayuntamiento nos diga qué cantidad de dinero está dispuesto a invertir en la Escuela Municipal y llegar a un consenso. Hasta ahora no podemos negociar porque los responsables municipales se limitan a decir que cualquier negociación parte de la desvinculación del Ayuntamiento", dijo Guerrero.

Fueron muchos los que ayer querían mandar un mensaje al alcalde, entre ellos Adriana Medina, de 21 años, flautista de la Banda galdense, que está terminando la carrera de Música. "La Escuela y la Banda me han dado la oportunidad de estudiar lo que ha sido mi sueño porque la música hace feliz a la gente. Esta carrera es la más larga, dura 14 años, y merecemos que nos valoren. ¿Con qué ilusión terminamos los estudios si no tenemos claro nuestro futuro?", concluyó.