La crisis económica es la causa de que esta joya mobiliaria salga a la luz antes de Navidad en la sala de subastas Balclis, de Barcelona. El biombo, formado por cuatro paneles y con una estructura de madera en la que se combina un tejido de damasquinado y ocho pinturas, fue realizado por el artista canario Néstor Martín-Fernández de la Torre (1887-1938), uno de los mejores exponentes del modernismo a principios del siglo pasado, pero se desconocía su existencia.

Su descubrimiento ha puesto al descubierto además otro tesoro artístico: los bocetos que diseñó para el salón de baile de El Gabinete Literario, que nunca se llegó a realizar y cuyas fotografías se conservan en el Museo Néstor. La institución que atesora la obra del artista ya ha asegurado que no pujará en la subasta por no tener capacidad económica para adquirir la pieza.

Estamos a principios de 1913 y el artista ultima los cuadros que presentará para su exposición en Madrid. También tiene entre manos la decoración de una de las salas de la principal institución cultural de Las Palmas de Gran Canaria de la época -El Gabinete Literario-. Los bocetos, hechos a lápiz y que representan una alegoría de los diferentes momentos del día, están terminados pero, por alguna razón, el proyecto no sale adelante.

Pedro Almeida, uno de los mayores especialistas en la obra del genial artista, detalla este periodo del artista en dos de sus biografías. Néstor: vida y arte y Néstor, (1887-1938), un canario cosmopolita.

"El proyecto, de haberse realizado, hubiera dotado al Archipiélago del primer gran conjunto modernista. Pensaba colocar en el techo un gran lienzo propiedad de dicha sociedad obra del pintor palmero González Méndez y en los entrepaños sus propias pinturas, de las que afortunadamente nos han llegado las fotografías de los bocetos. Pero envidias o presiones locales, con poca visión de la belleza y de futuro, malograron el proyecto", dice Almeida en Néstor (1887-1938), un canario cosmopolita.

Las cuatro imágenes en blanco y negro de aquellos bocetos realizadas por el fotógrafo Francisco Serra y fechadas en Barcelona están hoy en el Museo Néstor, protagonista también indiscutible de que este magnífico biombo haya salido a la luz.

La noticia de la existencia de esta obra de arte del polifacético Néstor Martín-Fernández de la Torre llega al despacho del actual director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca, vía telefónica el pasado septiembre. La encargada de dar la primera pista sobre el biombo es la hija del poeta grancanario Saulo Torón, María Isabel Torón Macario, profesora de canto y miembro de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria. "Tengo una amiga -Amparo González-, nuera del escritor Tomás Morales, que conoce a una familia catalana que está en posesión de un biombo de Néstor y lo quiere vender", cuenta Montesdeoca.

La familia, que prefiere continuar en el anonimato, heredó el biombo de un tío abuelo que, al parecer, tuvo relación directa con el artista, que llegó a tener estudio en Barcelona a principios de siglo. Allí realizó su primera muestra individual y entró en el simbolismo con La Dama Blanca. No saben qué valor puede tener la obra, pero quieren venderla.

Montesdeoca explica que llamó a Enric Carranco, del departamento de Pintura de la Casa de subastas, para que fuera a ver la pieza y la tasara. "Una verdadera obra de arte", fue la contestación.

La pieza sale a subasta pública el miércoles 21 por un precio inicial de 120.000 euros, la cifra más alta de todas las obras -mobiliario, pinturas, espejos, cartografía, etc.- que ese día salen a puja.

El director del Museo asegura que la institución no pujará en la subasta porque no tiene capacidad económica para adquirir la pieza. "No podemos pagar ese dinero con un presupuesto de 210.000 euros al año; dejaríamos de pagar al personal".

Montesdeoca confía en que algún coleccionista privado canario puede adquirirlo "para poder tenerlo cerca y poder exponer en alguna ocasión las obras de Néstor en colecciones privadas"; de las que asegura hay mucha dispersa porque el artista trabajó por encargo.

El presupuesto anual del Museo no permite adquirir la obra, pero su intervención en la recuperación de este peculiar biombo tendrá una recompensa. La sala de subastas ya ha ofrecido a la institución el 5 % de lo que saque con la venta. Un dinero que, según Montesdeoca, "honra a la sala y a nosotros nos presta una ayuda inconmensurable".