La colaboración del Auditorio Alfredo Kraus y la Sociedad Filarmónica de Gran Canaria trajo el domingo en el ciclo Órgano en concierto a Jennifer Bate, ilustre intérprete y compositora. Su programa, un tanto variopinto, recorrió el repertorio barroco y el romántico para concluir con lo más actual: Introducción y Variaciones de la propia Bate sobre un villancico francés. Cinco variaciones, tras la sorprendente entrada divagatoria y casi atonal, dieron pretexto a un variado muestrario de registros, con ideas serias o humorísticas de mucho efecto. Resultaron sobresalientes la tercera, como una ingenuista fiesta de duendes, y la última, presentada como fuga a tres voces de gran interés por la libre combinación de academicismo y atonalidad en una estructura intencionadamente atenida al canon tradicional.

Comenzó con la Fantasía y fuga en do menor BWV 537 de Bach, registrada con naturalidad y magnifica graduación de intensidades hacia los pies profundos del pedalero. En un Voluntario de John Stanley, bastante trivial, hubo problemas de digitación. Con la Tercera Sonata de Mendelssohn irrumpió el órgano romántico, de especial amplitud en la fuga que remata en coda hímnica de gran presencia coral. Trompetero y marcial en su primer tema, muy cantable en el segundo y de mucho aparato en la coda, el Gran coro en re de Guilmant ofreció escasa novedad. No así el Impromptu de Vierné, un romántico tardío que rompe barreras con sus disonantes series acordales.

La intérprete, considerada "gran dama del órgano", regaló un bis al caluroso, aunque siempre escaso público, que salió de la sala visiblemente satisfecho. Lástima que no incluyera obras de Messiaen, del que es reputada especialista...