Los "Martes Musicales" del Conservatorio Superior de Música de Canarias presentaron ayer una iniciativa del Grupo de Música Contemporánea del propio centro. que quiere dar continuidad a la acción del Ensemble Nuevo Siglo creado y sostenido por el maestro Leaper en los años en que fue director titular de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Un propósito muy oportuno, que modeliza la inquietud cultural de los profesionales del Conservatorio y su atención a las formas de la modernidad.

A primera hora de la tarde y con duración total de 45 minutos, la sesión de ayer comenzó con un claro y competente análisis del "Octeto para instrumentos de viento" de Stravinsky, a cargo de Daniel Roca, compositor y profesor de Composición, que también desempeña la asesoría analítica y didáctica del Grupo. Aludió Roca al momento creativo de Stravinsky cuando escribió la obra (1922), que es, justamente. el comienzo de su etapa "neoclásica", encuentro de una excepcional imaginación rupturista con los moldes de los periodos barroco y clásico de la Historia de la Música. Esa estética, tan fecunda en la obra del artista ruso y de muchos contemporáneos, se apoya en el pensamiento objetivo por él defendido, según el cual la obra musical no debe de ser "interpretada" sino ejecutada en su literalidad. Para Stravinsky, la música no expresa nada salvo ella misma. La escritura original basta "per se" y siempre es superior al "retrato" de una interpretación subjetiva, a la manera romántica. Sirviéndose de proyecciones gráficas, analizó Roca a continuación, con cultura, agilidad y lucidez, los tres movimientos del "Octeto".

Fueron sus intérpretes -o ejecutantes, si se prefiere- Sarabel Delgado a la flauta, Pablo A.Lépez de Rodas al clarinete, Alfons Bonafont y Jose Vicente Guerra con los fagotes, Sebastián Gil y Silvia Jiménez, trompetas, y Francisco J.González y Paulo Díaz con los trombones. Su lectura fue extraordinariamente bruñida y nítida, llena de luminosidad y de vida gracias al dominio de las técnicas instrumentales, el oído armónico y al pulso exacto de los politiempos y polirritmos que Stravinsky yuxtapone o combina con incomparable soltura y maestría. Timbres individuales, motivos alternados por las parejas de instrumentos y mezclas de conjunto hicieron sonar con acento idóneo las características de estructura y estilo evocadas por Daniel Roca.

Sesión estimulante, asequible y bien encajada en horario inhabitual, que acredita la oportunidad de los "martes musicales" y promete muchas experiencias, a tenor de la alta cualificación de los profesores y alumnos avanzados del centro superior.