José Vélez se enfrentó anoche en el Auditorio Alfredo Kraus a uno de los grandes retos de su trayectoria, al ofrecer un emocionante repaso por los éxitos de su carrera acompañado, nada menos, que por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.

El evento, que había sido organizado para recaudar fondos a beneficio de la Obra Social de Acogida y Desarrollo, resultó una experiencia tan interesante como insólita ya que permitía a sus muchos seguidores disfrutar de esas melodías tan populares dentro de la canción ligera con todo el arropamiento instrumental de una orquesta clásica.

En un momento dado, el propio cantante llegó a reconocerlo. "En mi vida he cantado junto a numerosas orquestas", señaló, "pero nunca lo había hecho con una filarmónica, por lo tanto, disculpen si a veces no atino lo suficiente", añadió.

Inolvidable

Sea como fuera, lo de anoche resultó un evento inolvidable para sus fans, entre los que se encontraba un público básicamente de mediana edad, aunque con la asistencia de bastantes jóvenes de entre 20 y 30 años. Primero porque la orquesta sonó de maravilla y, segundo, porque el cantante de Telde se dirigió muchas veces a los espectadores y se emocionó en más de una ocasión ante los gritos cariñosos desde el patio de butacas.

Tras la entrada de la orquesta y del director Ignacio García Vidal, José Vélez hizo su aparición, que vino acompañada de una gran e incesante ovación. El cantante se situó al borde del escenario y se dirigió al patio de butacas con una enorme sonrisa y abriendo completamente los brazos en señal de amistad.

Y en un evento de estas características lo más lógico era empezar por un tema como Hay un hombre tirado en la calle ya que a continuación, el propio cantante explicó que para él "era un drama contemplar en la calle a tanta gente pidiendo y durmiendo". Y ante la pregunta de "¿qué les habría ocurrido para llegar a esa situación? o ¿por qué sus vidas habían sido tan desafortunadas?", Vélez visitó la Obra Social y decidió que había que ofrecer un concierto especial y propuso la idea a la Orquesta Filarmónica.

El siguiente tema, Un año más, ya fue coreado por todos los asistentes y acompañado a ritmos de palmas, al igual que la archiconocida No, por favor, uno de los momentos álgidos del concierto. A continuación, Vélez se marcó un pequeño dueto acompañado, únicamente, por el pianista Sergio Alonso, interpretando la intimista Cómo han pasado los años y la muy aplaudida Se nos rompió el amor. Fue un pequeño set introspectivo para que el cantante de Telde se enfrentara a dos de los arreglos más complicados en este nuevo formato: A cara o cruz y Procuro olvidarte. El resultado positivo inyectó confianza al cantante para ejecutar el resto del concierto de forma distendida. Y así llegaron la caribeña Un canario latinoamericano, Reproches y otros temas sólo con Alonso como fueron El amor es libre y Nostalgia.

De este modo, José Vélez enfiló la parte final de la gala con títulos tan populares y vibrantes como Bailemos un vals, Por qué te fuiste pa', Romántica y Canarito que eran recibidas con grandes ovaciones y con el público de pie y completamente entregado. Un concierto que, como era de prever, dejará un honda huella entre sus seguidores.