Los pequeños cantores de la Coral de Saint Marc de Lyon regresan a Gran Canaria por Navidad con un halo mediático mucho mayor del que los trajo hace cuatro años al teatro Pérez Galdós. La fama y proyección internacional que les reportó la película Los chicos del coro (2004), de Christophe Barratier, ha supuesto un revulsivo para el proyecto que un joven profesor del Instituto Saint Marc, Nicolas Porte, puso en marcha en 1986. No solo se les conoce desde entonces como Los chicos del coro, sino que desde entonces se registra una alta demanda de ingreso de nuevos alumnos en el centro con el fin académico de ingresar en el coro y una intensa actividad de conciertos por escenarios de medio planeta a razón de una media de 120 al año, que han obligado a crear una propia escuela de música para instruir a los jóvenes las nociones de armonía, canto, piano y "saber estar en directo".

"La formación es lo primero, la enseñanza es nuestra prioridad", dejó ayer claro Porte, quien detalló que la escuela de música cuenta con una plantilla de 12 profesores, y que cada vez que salen de gira viajan acompañados por uno o dos docentes de apoyo al grupo. "Si tienen ilusión, todos pueden cantar, y es bueno para todos los niveles", dijo. Con el fundador y director al frente, Nicolas Porte, y acompañados por el pianista Nicolas Martin, 32 niños de los 85 habituales con los que funcionan por temporada y cumplir con el apretado calendario de actuaciones, todos entre los 9 y 15 años, esta noche ocupan la sala sinfónica del auditorio Alfredo Kraus, a las 20.30 horas, en una de las citas nobles de la programación de temporada de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.

El programa tendrá una duración estimada de 90 minutos, estructurado en dos partes: una primera con repertorio de piezas clásicas y religiosas como Ave María, Agnus Dei y O santicssima, entre otras, para luego encarar un bloque heterogéneo entre obras navideñas, españolas, otras de Edith Piaf y The Beatles, de las incluidas en su último disco y número 12 en su producción, Sing The Beatles, además de las composiciones Caresse sur l'ocean y Cerf-volant, de la banda sonora de Los chicos del Coro.

"Estamos muy satisfechos por estar en el Auditorio, es un lujo y un reto, y espero que los niños den más del 120 por ciento y que no sea la última vez que venimos", explicó ayer Nicolas Porte, en un encuentro con los medios de comunicación junto a su promotor habitual, Antonio Brotons, y tres de los niños del coro: Chloé Barbeau y David Chazal, de 13 años, y dos de los solistas, y Brian Dumont, de 12 años, y que lleva cuatro meses en las filas del coro.

Ser artista

A ninguno de ellos, tal como reconocieron ayer, nunca antes se les había pasado por la cabeza que podían ser artistas y recorrer medio mundo con una frecuencia de 120 conciertos al año. Chloé, por ejemplo, hacía cuentas, y a sus 13 años y con los dos que lleva en el coro, ha viajado por China, Japón, Corea, Taiwán, Bélgica, Suiza y España, entre otros destinos. La camaradería y el buen ambiente la entusiasman, al igual que David, contento y agradecido por esta "experiencia muy bonita" de la que disfruta todo lo que puede. Afirmación suscrita por Brian Dumont, el más joven en sumarse al proyecto.

Los componentes de la Coral de Saint Marc se renuevan por temporada, toda vez que agotan ciclo y superan los 15 años de edad máxima. Una quincena de ellos se despide cada año al terminar el curso, y sus plazas se cubren con nuevas voces que piden paso.