La Catedral de Santiago detectó desde 2005 un "desfase" entre el dinero de la caja fuerte de la basílica y el que figuraba en su contabilidad, algo que, sin embargo, no denunció y que cesó cuando se cambió la caja, en el año 2008.

Así lo ha asegurado este viernes, en una rueda de prensa, el responsable de contabilidad de la basílica compostelana, Pedro Ceán, quien ha explicado que la primera reacción al descubrir el "desfase" fue de "incredulidad" y la "negación", ya que únicamente existía una llave de la caja fuerte.

A consecuencia, se inició un proceso de revisión de la documentación que fue "laborioso", para descartar que se hubiese producido algún error y, cuando se constató que era cierto, se tomaron medidas como instalar una cámara y cambiar las llaves de la caja.

"Parte del retraso en la adopción de medidas fue porque de la caja sólo había una llave", ha indicado Pedro Ceán, al tiempo que el canónigo Daniel Lorenzo ha precisado que, a posteriori, han tenido conocimiento de que el detenido, Manuel F.C., "fue replicando llaves de todo". "Llegó a duplicar la llave de la caja fuerte", ha explicado.

A pesar de que faltaban fondos, los responsables de la Catedral decidieron no denunciar esta situación y, en su lugar, cambiar la llave de la caja e instalar una cámara de vigilancia. Fue en 2008, al aparecer rota esta cámara, cuando decidieron cambiar por completo la caja por una nueva, tras lo que cesaron los "desfases".

Proceso de gestión del dinero

Pedro Ceán ha explicado el proceso que sigue la basílica compostelana para gestionar su dinero. En este sentido, ha precisado que, tras cerrar sus puertas, tres personas, entre ellas un canónigo, se encargan de recoger los fondos, y, posteriormente, de separar los billetes de las monedas.

Mientras que las monedas son recogidas por una empresa de seguridad, los billetes son confinados a una caja fuerte, ya contados.

"Es cierto que el sistema es mejorable", ha explicado Pedro Ceán, quien, sin embargo, ha precisado que "no es muy diferente al de cualquier otra entidad que maneje grandes cantidades de efectivo".

En esta línea, ha indicado que desde el año 2006 "se ha incrementado la inversión en la Catedral para seguridad" y también en el ámbito de la gestión monetaria, con cuestiones como "mejorar los cepillos" para que "no sean forzados" y hacer más eficiente el proceso de recogida. Además, se trabaja para "intentar que no haya pagos en efectivo", una práctica "habitual" durante estos años en la Catedral.

Otras vías

Aunque Daniel Lorenzo ha aclarado que no se puede confirmar que todo el dinero incautado al detenido por robar el Códice Calixtino provenga de la Catedral, sí ha admitido que los fondos y el propio Códice pudieron ser sustraídos por un exceso de confianza. "El archivo no es un museo, no entra en él mucha gente", ha apostillado, para evidenciar que los protocolos entre los "conocidos" que hacen uso de las instalaciones no son "tan rígidos" como en otros lugares.

Tras recordar las "grandes habilidades" que el detenido tenía "sustrayendo continuamente cosas", Daniel Lorenzo ha admitido que el acusado dejó de trabajar en la basílica compostelana entre los años 2005 y 2006, una fecha que coincide con inicio del "desfase" contable.

La ruptura de la colaboración como autónomo que el ahora detenido mantenía con la Catedral se rompió cuando éste comenzó a "hacer arreglos que no lo eran encomendados" y a pasar facturas "altísimas". "Fue un abuso total de la confianza", ha sentenciado el Canónigo.

Entre los trabajadores de la Catedral, Daniel Lorenzo ha recordado el caso de un trabajador del Museo del que también se detectó que "se estaba quedando con dinero de las entradas". "Se podía haber denunciado, pero se trató de ayudar a esta persona" cambiándola de destino en la Catedral, ha explicado el canónigo, que ha considerado que "todos somos sujetos capaces de mejorar y no estigmatizamos a nadie".

Objetos patrimoniales

Finalmente, Daniel Lorenzo ha negado que el detenido por la sustracción del Códice Calixtino tenga en su poder otros objetos patrimoniales de la basílica compostelana.

"De la Catedral no se ha llevado nada", ha sentenciado Lorenzo, al tiempo que ha recordado que los elementos de la basílica están "inventariados" y ha precisado que los libros localizados al detenido eran facsímiles sin valor patrimonial y destinados a regalar a autoridades. Finalmente, ha asegurado que no le consta que entre lo localizado haya "ninguna bandeja de plata de la Catedral".