Como las propuestas anteriores salidas de la factoría Pixar/Disney (Toy Story 3, Up y Wall-E), su última película de animación es una obra tan interesante como arriesgada, pese a ese cuarto de hora final que juega a desconcertar al espectador con un mensaje moralizador a los hijos que están a otra cosa. A despecho de algunas necias etiquetas y obtusos juicios de valor, Brave (Indomable) no es una nueva aproximación a las historias de princesas, periódicamente llevadas a la pantalla, ya sea con actores de carne y hueso (Princesa por sorpresa) o dibujos animados (La princesa Mononoke), sino un luminoso estudio de la rebeldía de una princesa pelirroja que se niega a aceptar su destino.

La protagonista de Brave no es una princesa al uso. No se parece en nada a Las doce princesas bailarinas de los hermanos Grimm o a la de La princesa y el guisante de Hans Christian Andersen. Merida, hija del rey Fergus y de la reina Elinor de Escocia, no quiere casarse, como pretende su madre y marca la tradición. No necesita de ningún príncipe azul. Experta arquera, prefiere salir sola a cabalgar por el bosque con el arco y la flecha. Decidida a forjar su propio destino, Merida acude a una vieja y excéntrica adivina en busca de ayuda, pero lo único que consigue es un deseo mal logrado que desata el caos y la furia en el reino.

El cine como los cuentos de hadas tiene su alquimia, sus secretos y recetas mágicas. Por eso no es infrecuente el que buenos aficionados a las imágenes en movimiento sean, mejores o peores, aficionados a la fantasía. Por ello ante una película como Brave, de espíritu más disneyano que la fundacional Toy Story, es lógico que todos los sentidos, especialmente el de la imaginación, trabajen a destajo. La magia cromática de Mark Andrews y Brenda Chapman se despliega por la pantalla, convirtiendo cada personaje, cada textura y cada movimiento en pura invención. Y también, como buenos animadores, los creadores de Brave se han complicado la vida para trenzar con sus inmateriales líneas una maravillosa cabellera pelirroja (en la literatura medieval son pelirrojos casi todos los rebeldes, los perjuros, las mujeres adúlteras, los herejes) que no se agota ni en un centenar de visiones. A ver si alguien le va a quitar méritos, en estos tiempos de uniformidad estética, al poder de fascinación del rojo. Y de Merida. Juntos son dinamita.

Z Película. Brave.

Z Director. Mark Andrews y Brenda Chapman.

Z Intérpretes. Kelly MacDonald, Billy Connolly, Emma Thompson y J. Walters.

Z Género. Animación

Z Duración. 93 minutos

Z País. Estados Unidos