La Sala Insular de Teatro centrará su nueva temporada en obras enfocadas para satisfacer a toda la familia, a través de compañías fundamentalmente canarias y con la música con un matiz teatral. Así lo aclaró ayer el director artístico de Teatros del Cabildo, Gonzalo Ubani, en una presentación en la que estuvo presente el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural, Larry Álvarez, y donde se revelaron todas las reformas que se han realizado para tenerla acondicionada en esta nueva reapertura. La temporada incluye, además, varias secciones, con el Proyecto Residencia, el Festival de Títeres y Un Festival de Narices, sumando un total de 15 espectáculos desde octubre hasta enero.

"El objetivo ha sido", aclaró Ubani, "ofrecer una programación que cubra los huecos que queden por rellenar con respecto a otras salas, y el consejero y yo comprobamos que hay muy poca oferta familiar".

La programación arrancará el próximo 19 de octubre con el espectáculo Un marido de ida y vuelta, de Enrique Jardiel Poncela, realizado por el Taller de Teatro de la Universidad Popular Juan Rodríguez Doreste poco después, además, de la representación, el día 4, de Los habitantes de la casa deshabitada, obra del mismo autor para inaugurar la temporada del Cuyás.

El siguiente fin de semana tendrá lugar A-Mar, un montaje para bebés que se repetirá el 10 y 11 de noviembre. Con todo, será diciembre el gran mes de los niños con cuatro funciones de El mundo Habababy y un Festival de Títeres del 21 al 23 y del 29 al 30 en el que tomarán parte la compañía Morfema Teatro con El patito feo y la charca contaminada; la Compañía Barullo con La caja mágica; Entretíteres a través de Navidades tropicales; la Compañía Óscar Bacallado con La ruleta fantástica y Bolina y Bambo con La cajita de Pandora.

Fusión

Con Piel canela, la música y las palabras de la artista de origen cubano Yanet Sierra resonarán el 2 de noviembre en el transcurso de un concierto con fusión de música y teatro con grandes dosis de humor.

Una de las nuevas funciones que asumirá la SIT será la servir de residencia para compañías locales. En ese sentido, 2RC preparará aquí las obras Insulario, que se representa los días 17 y 18 de noviembre, Mi vida alrededor de 500 metros el 24 y 25 y Se busca Juan Rana el 1 y 2 de diciembre. "Este proyecto es en realidad es una contraprestación", aclaró Ubani, "ya que la sala cede el local y el equipo, y la compañía lo reintegra con actividades en esta estancia" en las que, por ejemplo, el público podrá seguir los ensayos y demás preparativos.

En enero tendrá lugar un Festival de Narices, donde músicos, magos, titiriteros y payasos mostrarán sus propuestas con Los infoncundibles y su fusión de estilos, Jonathan Cruz y sus chistes, Teatrino dei piedi con sus pies en marionetas o Adrián Conde con trucos tan delirantes como el humor que los acompaña.

"Todas las compañías son de Gran Canaria", aclaró Ubani, "a excepción de dos de Tenerife y, dentro de Un Festival de Narices, la italiana Teatrino dei Piedi y el mago argentino Adrián Conde".

Larry Álvarez también recordó que la Sala Insular de Teatro deja de estar gestionada directamente por el Cabildo de Gran Canaria para depender de la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria. "La inauguración va más allá de la mera exhibición", señaló, "al objeto de complementar la oferta que en la actualidad ofrecen distintos espacios escénicos de la Isla y en particular de la capital". En cuanto a la obra llevada a cabo para la puesta al día de la sala, Álvarez aseguró que "tras detectarse algunas carencias que, según los técnicos, eran incompatibles con el uso de la misma, se han invertido cerca de 50.000 euros para acometer aquellos aspectos cuya reparación era indispensable para proceder, lo antes posible, a la reapertura de la sala". El consejero añadió que en el futuro se abordarán otras cuestiones que no afectan a la seguridad, como la mejora de la acústica, que es también prioritaria, y la ventilación.

La nueva programación de la sala se dividirá en dos grandes bloques, en función del público al que vayan dirigidos los espectáculos y, en consecuencia, del precio, ya que los adultos pagarán 10 euros y los más pequeños 5.