"Mi personaje más famoso, Makoki, ha pesado mucho en mi carrera. Tanto me chinchó que decidí matarlo, pero a pesar de eso, ha seguido vivo", expresó ayer el ilustrador y dibujante barcelonés Miguel Gallardo en la Casa Museo Pérez Galdós. El motivo de la charla fue la reciente edición del volumen Todo Makoki, en el que se reúnen cinco álbumes con historias del personaje, y la presentación de la sexta edición de su libro, María y Yo. El profesor y coordinador del Club de Lectura del Cómic de Las Palmas de Gran Canaria, Luciano Díaz, presentó al dibujante.

Miguel Gallardo hizo un repaso a toda su carrera profesional, que parte en los años 80 con el género underground hasta la actualidad, con la publicación de sus libros con historias personales y de su entorno familiar.

"Este libro, que va por su sexta edición, es un cambio en mi carrera. He pasado de ser ilustrador a comunicador, ahora puedo contar historias con menos dibujos, me he desprendido de la técnica perfeccionista que siempre he usado", explicó Gallardo.

Miguel Gallardo es uno de los grande exponentes del cómic en España. Al inicio de su carrera se hizo famoso por las historias alocadas de personajes como Makoki, un frenopático que recibe descargas de electroshocks, o El Niñato, un yonki adolescente. Ambos personajes fueron publicados en la revista El Víbora, de la que Gallardo fue uno de sus fundadores en el año 1979. En esta revista realizó los guiones de Makoki junto a Mediavilla. Estas historias sirvieron a ambos para hacer una crítica social y "gamberra" de la moda en la década de los años 80 .

Poco más tarde, Gallardo decidió dar un vuelvo a su carrera y emprendió su trabajo en la revista Cairo, que también cofundó en el 1981. "El cambio fue pasar de lo más chungo de El Víbora a lo elegante, de un estilo más sucio a otro clásico como el de los personajes de Tintín," detalla el ilustrador. En Cairo, crea personajes como Perro Nick, un detective que nunca resuelve nada o Perico Carambola, el eterno becario de la revista de moda Galanes.

Sus acercamientos al género negro le hizo dedicarse a su vez al público francés, ya que en España el cómic no era un género leído.

Los últimos años de su carrera traen a Miguel Gallardo a una nueva etapa en la que se produce un giro notorio. Mientras realiza su dedicación a la prensa, con trabajos en La Vanguardia o en la revista de cine Fotogramas, el autor compagina esta rutina con trabajos personales, en los que tienen cabida los dibujos de personas tan cercanas a sí mismo como su padre o su propia hija.

En el 1997 publica el libro Un largo silencio. "Es un libro extraño para la época, una novela gráfica en la que cuento la vida de mi padre, un republicano tras la guerra civil," detalla. El libro ha sido reeditado este año gracias a la editorial Astiberri.

Sin embargo, es la obra, María y yo, la que tiene mayor significado para Miguel Gallardo. En ella narra e ilustra sus vacaciones en un resort de Canarias con María, su hija autista. "Este libro nace de una historia que necesita ser contada, pero para ello tenía que tomarme mi tiempo, pretendía encontrar un estado de ánimo en el que retratar todas nuestras situaciones sin intención de dar pena," adelanta Gallardo. "En los viajes con mi hija escribía un diario. Este libro es tal cual ese diario, con partes de texto y otras sólo de dibujo, no es un cómic puramente dicho," añade.

La historia de María y Yo fue escrita en el año 2007, y en el 2008 obtuvo el premio Nacional de Catalunya en el apartado de cómics. Además, el libro, que alcanza actualmente su sexta edición, ha sido traducido en más de nueve idiomas, entre los que destacan el ruso o el polaco.

Para finalizar el acto, Gallardo expuso algunos de sus trabajos para la Fundación Orange de autismo. "Se puede decir que he conseguido todos mis objetivos: dibujar, retratar a mi padre, y dibujar a mi hija; ella ha convertido mi trabajo y mi vida", ultimó el ilustrador.