Una parte de la obra del pintor y muralista grancanario Jesús Arencibia permanecerá desde esta noche hasta el 21 de diciembre en la Casa-Palacio Insular (c/ Bravo Murillo, 23, Las Palmas de Gran Canaria), en una iniciativa con la finalidad de conmemorar el primer centenario del Cabildo y de rendir tributo al pintor de Tamaraceite.

La muestra, que lleva el título de Jesús Arencibia. 100 años, será inaugurada hoy, a las 20.00 horas, por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y permitirá al público conocer 40 de las 86 obras que constituyen Colón y los olvidados (una serie de pinturas que el artista acometió poco antes de su muerte) y disfrutar, a través de visitas guiadas, de los grandes murales que pintó para el Salón de Plenos del Cabildo grancanario, contando para ello con las explicaciones de técnicos especialistas. Realizada con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América, la serie que constituye el grueso de la exposición está formada por retratos imaginarios de aquellos que hicieron posible la gesta colombina (desde el más bajo del escalafón al propio almirante). Para el artista, todos fueron los olvidados (de ahí el nombre de la serie), pese a haber hecho posible uno de los viajes más importantes en la historia de la humanidad. Personajes cotidianos, amigos y su propia mirada le sirvieron para poner cara a seres anónimos que, acompañando a Colón en 1492, expandieron las fronteras del mundo conocido.

Circuito

Colón y los olvidados fue donada por el propio Arencibia a la Casa de Colón, que la ha incluido en el circuito Gran Canaria en vivo, con la que varias muestras recorren la isla de forma itinerante. Se da la circunstancia de que, a raíz de su ejecución, Arencibia ingresó, en 1992, en la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel.

La muestra se complementa con la excelente posibilidad de contemplar las obras con las que el de Tamaraceite decoró algunos espacios del propio Cabildo, como su Salón de Sesiones, en el que en 1954 pintó un vistoso políptico de tema marinero, una gran alegoría que representa, por una lado, Los frutos del mar (a la derecha) y, por otro, Las tragedias del mar (a la izquierda).