¿En qué consistirá la cita de mañana en el Paraninfo?

Óliver Curbelo (OC): No será un recital con una serie de obras de Wagner. Vamos a intentar que el público comprenda a este autor a partir de la contextualización del motivo por el que se compusieron determinadas obras, e incluso explicar sus características para que entienda mejor lo que va a escuchar.

José María Curbelo (JMC): Tocaremos obras de compositores que han cogido temas de algunas de sus óperas y las han hecho propias, en forma de parodias.

Será también un ejercicio histórico.

OC: Sí, abordaremos la interrelación que hay entre distintos compositores, lo que resulta llamativo, porque escuchas a Wagner visto desde la perspectiva de otros compositores.

¿Qué peculiaridades de Wagner les atraen en particular?

JMC: Creo que es la furia y también el misticismo de determinadas obras. Lo que a él le causó más impacto fue escuchar la Séptima y la Novena sinfonía de Beethoven. Muchos se han sentido influenciados por su música, Liszt ya dijo que la música de Wagner iba a impregnar la historia de la música.

Mostrarán al maestro más allá de 'El anillo del nibelungo'.

OC: Exacto. Una de las obras que vamos a tocar es la única que escribió para piano a cuatro manos.

JMC: Escribió más, pero han desaparecido. Tocaremos una polonesa que hizo cuando era estudiante y no se parece en nada al anillo. Ves la palabra polonesa y con Wagner suena raro, pero el resultado es una música de salón más divertida, entretenida.

¿Cómo cambia el tocar a dúo?

JMC: Ponerse de acuerdo dos para sonar como uno y conseguir un balance sonoro claro es complicado. Debemos tener en cuenta una serie de ideas, de fraseos o de dirección, de a dónde quieres llegar; hay que planear esos detalles. Tocamos juntos desde los 11 años, y eso ayuda.

¿Tienen temas propios?

OC: Hemos transcrito temas de los Cantos Canarios de Teobaldo Power, que escribió una versión para solo de piano, y nosotros creamos una para cuatro manos, y otra añadiéndole percusión.

Así las piezas adquieren matices nuevos.

OC: Claro, no es lo mismo que lo interprete uno que hacerlo dos, el piano se convierte en un instrumento más orquestal, empiezas a buscar nuevos matices, nuevos timbres y cosas distintas. La obra gana riquezas sonoras.

JMC: No es que modifiquemos nada, si adaptamos un tema, aparece tal cual es, literal. Lo único que hacemos es, como pianistas a dúo, buscar algunos recursos que sabemos, respetando la sonoridad.

OC: Si en un momento hay tres notas, nosotros, como somos dos, ponemos que son seis.

JMC: Seis notas que suenan simultáneamente.