Imitar a Raphael atareó durante un tiempo a los humoristas de este país, hasta que cayeron en la cuenta de que era una labor redundante: las actuaciones del linarense llevan implícita su propia e insuperable parodia. El otro día acercó su cancionero al auditorio Alfredo Kraus, ya definitivamente fundidos personaje y cantante, careta y artista, indistinguibles sobre el escenario. Como el último Goyeneche, como el Sinatra de los 70, Raphael suple las (pocas) grietas de su voz con una interpretación más actoral de los temas. Este showman consumado es un espectáculo multimedia; de ahí el éxito de sus giras, y ya no tanto de sus discos.

La actuación en formato intimista, con un simple acompañamiento de piano, arrancó fuerte. Las primeras notas de Mi gran noche marcaron la pauta y mostraron al Raphael de 2012. Mantiene casi intacto el chorro de voz, que sin embargo se le agrieta algo en cuanto baja a unas dinámicas más modestas. Así, son tres horas de un cantante bombástico, a tope desde el principio, con las emociones y los micrófonos echando humo desde que sale al escenario. Digan lo que digan, ¿Qué sabe nadie? y tantas otras son canciones que ya nadie podrá entonar sin citar el estilo raphaelino, que las ha ahormado hasta apoderarse de ellas.

El público se lo pasó de miedo. Un concierto de Raphael es una velada única, y el cantante no se esconde, llega hasta sus límites, se divierte, hace divertir y se interpreta a si mismo con mucho humor.

Durante más de cinco décadas ha ido acumulando un repertorio con unas cuantas composiciones de primera, girando casi siempre en torno al amor romántico. Sin embargo hay una, la más excéntrica, que es también la más interesante. Balada de trompeta, revitalizada por la película de Álex de la Iglesia, es un lamento, una tristeza sin causa explícita, que lleva al cantante a imitar el sonido de una trompeta como un gemido, sin articular palabras. Es un momento de trance que no deja indiferente.

Z Concierto. Lo mejor de mi vida.

Z Intérprete. Raphael.

Z Lugar. Auditorio Alfredo Kraus.

Z Fecha. 18 de noviembre de 2012.