El pasado sábado no fue una noche cualquiera en la ciudad de Vecindario. El dúo musical maliense, Amadou & Mariam, sacudió la sala del Teatro Municipal Víctor Jara con los sonidos electrizantes de su repertorio afro-pop, un mosaico de ritmos de blues, rock y música electrónica de raíces universales.

La pareja de ciegos formada por el guitarrista Amadou Bagayoko y la cantante Mariam Doumbia se adentró en el escenario arropada por su banda y se dirigió a un aforo expectante que observaba, a oscuras, desde un mar de butacas casi repleto. Enfundados en túnicas africanas de color púrpura, Amadou y Mariam arrancaron con el tema Mogo, de su nuevo y octavo disco, Folila, que tras Gran Canaria les llevará de gira pordistintas ciudades de Norteamérica y Europa.

Desde el principio, la pareja de músicos animaba al auditorio a batir las palmas para poder sentir el pulso del público. Bastaron tres canciones para que muchos asistentes abandonaran sus asientos y se desplazaban a los laterales del Víctor Jara para bailar al ritmo de las conocidas La Realité o Beaux Dimanche. Otros, incluso, se colaban en el escenario para danzar y hacer cabriolas sin pudor entre el percusionista y el bajista.

Folila significa en lengua bambara, una de las más comunes de Mali, "vengan todos juntos a hacer música", un reflejo preciso del transcurso de una noche in crescendo en la que el tiempo pareció detenerse entre los emocionantes solos de Amadou y los agradecimientos en francés de Mariam. Todos juntos hicieron música.

En el ecuador del concierto, el auditorio explotaba en aplausos y se ponía en pie para dejarse llevar por las melodías que la pareja trajo desde el continente vecino y probar que existe otra clase de estallidos en Mali que la mirada occidental desconoce. Quizás esa sea la ceguera más grave de todas. Se despidieron cuando aún faltaban muchos bailes, pero regresaron bajo la lluvia de silbidos que reivindicaba el single más romántico del dueto. "Yo también pienso en ustedes", bromeó Mariam cuando el público pedía a gritos: Je pense a toi! Siguieron los bises con más canciones de Folila, bailes y aplausos. De repente, se habían evaporado dos horas de concierto, y la pareja de Bamako se despidió con la canción La Paix, del álbum Dimanche à Bamako, producido hace ya diez años por Manu Chao. Y así terminó, a lo grande, un impresionante Samedi à Vecindario.