Cuando la mezcla de humor y música tienen como resultado una impagable sesión de risoterapia, a través de relatar anécdotas propias de la comedia de situación interpretada por un cantautor, se tiene la curiosa sensación de que el creador del espectáculo en cuestión, titulado Buenrollitina, a pesar de su sencillez y de presentarse como un hombre común, tiene que ser un alguien reflexivo y esta sospecha se confirma cuando según va desarrollándose su monólogo vemos que está trufado de ingeniosos juegos de palabras.

El cantautor y humorista mallorquín de origen andaluz Riki López es el artífice de que a través de esta combinación los espectadores pasasen un momento mágico tan divertido.

Con temas como El tío más flojo del mundo que narra la vida diaria de un parado de larga duración que da un inesperado giro; el corto y burlesco El hombre más feliz del mundo, que relata la degustación culinaria de una planta de la familia de las solanáceas; las desventuras de un suicida frustrado contadas (y a la vez cantadas) en Hasta nunca, mundo cruel; cómo una operación de aumento de pecho puede poner fin a una relación de pareja en El busto es mío o las problemáticas relaciones materno-filiales en Madre no hay más que una y me tuvo que tocar a mí, compusieron parte del repertorio de este cantautor cómico que se ríe absolutamente de todo, la crisis, la muerte, empezando por él mismo (la referencias a su alopecia son estupendas).

Pero su gran capacidad en el uso de la lengua española despuntó particularmente en dos temas: ¿Dónde vas, Kincón? (compuesta por Riki López para impulsar la iniciativa del Festival de Cine Fantástico Sitges de que la palabra kincón sea reconocida por la Real Academia Española y pase a formar parte de su diccionario) y Aena, compuesta por este isleño de la península (¡que contrasentido!) que tiene que coger un avión para ir a cualquier lado y en la cual por arte de birlibirloque las siglas de la compañía encargada de la navegación civil aérea y de los aeropuertos civiles pasan a significar miles de cosas, cualquiera menos lo que el acrónimo realmente representa.

El resultado de una hora y media de estar riéndose con todo tipo de tragedias es que al salir de la sala se alberga un pensamiento con el que no contábamos al principio, y que ni siquiera imaginábamos, porque se tiene la sorprendente sensación de no comprender cómo es posible que haya tanta gente triste cuando es tan fácil reírse de las adversidades. Conseguir una sensación semejante no es sencillo y en eso yace la magia de este espectáculo que hace justicia a su título porque Buenrollitina transmite un buen rollito.

Z Título. 'Buenrollitina'.

Z Músico y actor. Riki López.

Z Lugar. Sala Insular de Teatro, Las Palmas de Gran Canaria.

Z Día. 8 de junio de 2013.