El Festival de Música de Canarias cumple su 30º aniversario con la programación más corta de su historia pero con una demanda de entradas que sigue siendo masiva. "Al haber menos conciertos, se ha apuntado mucha más gente este año", señala Candelaria Rodríguez, directora del evento, "el Festival no se ha resentido para nada en esta edición". La novedad es que, en esta ocasión, el público extranjero abarca casi la mitad del total de entradas vendidas hasta la fecha, lo que se traduce en alrededor de 700 entradas para un aforo de hasta 1600 personas, tanto en el Auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria como en el Auditorio de Tenerife Adán Martín.

Dentro de esta cifra, se han despachado 500 entradas a través de turoperadores culturales, que han vendido un total de 500 paquetes turísticos cuya oferta incluye el transporte y el alojamiento junto con las entradas. "Sin duda, es una opción muy cómoda para la gente de fuera porque ya vienen con todo pagado", indica la directora, para la que el "tirón" que tiene la Orquesta de Chicago ha sido el principal reclamo también de cara al exterior y "ha ayudado mucho a que la gente siga mirando el Festival".

Entre el público foráneo, la mayoría proviene de países de Europa o de Asia y, en particular, destaca la presencia de personas procedentes de Corea del Sur. Al mismo tiempo, la directora remarca la inversión de publicidad que se ha realizado en el sur de Gran Canaria y que ha supuesto un factor de atracción para los turistas que se alojan por vacaciones y que "de repente, se encuentran con el Festival". Muchos de ellos adquieren las entradas en los mismos hoteles y una gran parte lo hizo en su momento a través del abono.

Las entradas para los conciertos de la Orquesta de Chicago, con Riccardo Muti el frente, están agotadas desde hace días tanto en Gran Canaria como en Tenerife, mientras que las del resto de citas se encuentran prácticamente al límite, según los organizadores del Festival. Este año hay un importante aumento del público en las islas no capitalinas, donde se han vendido casi todas las entradas para la Orquesta del Siglo de las Luces y la Kremarata Báltica. Esta última llega también a La Graciosa.

Loss abonados al Festival suman una parte importante del público, que en esta 30º edición asciende a un total de 1300 abonados entre las dos islas capitalinas. Además, también el público extranjero se ha apuntado. "Desde el año pasado, hemos empezado a tener más abonados extranjeros", revela Candelaria Rodríguez, "alrededor de unas nueve personas de Noruega se hicieron abonados el año pasado y, en esta ocasión, han traído a más gente, porque el boca a boca funciona muy bien".