El compositor vasco Fernando Velázquez (Vizcaya, 1976), autor de las bandas sonoras de películas como Hércules 3D, que anoche se preestrenó en la jornada de clausura de la quinta edición de Cine + Food, de Ocho apellidos vascos, Lo imposible, Zipi y Zape y el club de la canica, Los ojos de Julia, Lope o El orfanato, entre otras, defendió ayer en la capital grancanaria que su oficio es "imaginar músicas y crearlas, pero cuando leo un guión me imagino mi versión de la historia, y evidentemente la que luego se rueda es otra. Tengo que responder al montaje".

Velázquez, que anoche asistió al pase de Hércules 3D, cinta dirigida por Brett Ratner y protagonizada por Dwayne Johnson, dejó claro que "poner música a un guión es muy bonito, pero en mi caso casi siempre ha sido improductivo, ya que he hecho una cosa imaginándome algo que luego finalmente no era". Según dijo, " admiro la capacidad que tienen algunos directores de imaginarse la película antes de que esté rodada".

El compositor reconoce que por las circunstancias profesionales de las que disfruta "estoy detrás en cualquier película, pero soy el afortunado que llega y acaba la película, y siempre los directores te dicen que has mejorado la película, parece que pones el alma", bromeaba ayer en una improvisada clase magistral en el parque de Santa Catalina sobre cómo se construye la música en el cine.

"Cada película es un mundo, y es lo bonito del cine, que hay películas sin música y películas con mucha música, y lo que me importa es contar la historia", asegura Velázquez. "Te piden música para un guión cuando no existen imágenes, otras veces que arregles una música que tenían y no les ha salido bien, y otras lo que haces es valorar con el equipo creativo que lidera el director si realmente hace falta música en la película y dónde. Requiere mucha paciencia para encontrar la mejor versión de la historia, que es de lo que se trata".

Pasar de un registro fílmico a otro, caso de Hércules 3D donde prima la "acción y diversión", a producciones como Lo imposible, con una fuerte carga dramática, "es divertido porque sigo siendo yo mismo", subraya el compositor. "No se trata de imponer mi criterio sino de que el público esté contento, que disfrute y se emocione porque se puede hacer cine artístico a la vez que entretenimiento y de calidad para que el público se lo pase bien".

Con notable experiencia en la dirección orquestal, Fernando Velázquez puso en valor la calidad de las dos orquestas canarias, al igual que mostró su interés en dirigir algún concierto de bandas sonoras en las Islas tal como ha venido realizando con distintas formaciones de la Península. "Es hasta más intenso que la película y espero que podamos hacerlo por aquí".

Referentes

Cuando se le pregunta cuáles son los grandes compositores de cabecera que le han acompañado, se remite a maestros "en los que todos pensamos como John Williams, Ennio Morricone, Jerry Goldsmith, por hablar de los clásicos". Aunque, echó la vista atrás recordando que "el cine tiene cien años de tradición y hay mucho de donde aprender. Y si nos remontamos más hacia la ópera vas a Puccini, Verdi, Rossini, Wagner, Mozart". Como anécdota, recordó que cuando Morricone vio La misión, de Roland Joffé, sin música alguna, "le dijo al director que la película no necesitaba música. No me imagino esta película sin música, le dijo, pero el director le insistió que él podía aportar algo". Y así fue.