Unas 2.000 personas se presentaron al casting que la productora de la película Palmeras en la nieve, que se rueda desde el pasado día 14 de julio en Gran Canaria, convocó ayer sábado en las Casas Consistoriales del municipio de Gáldar, para contratar a 450 extras que intervendrán en el rodaje de las escenas del comienzo y del final del film en el Puerto de Sardina los días 15, 16 y 17 de septiembre.

La productora Nostromo Pictures necesitaba extras con unos rasgos físicos determinados, ya que van a interactuar junto a actores como Mario Casas y Adriana Ugarte en las dos escenas más importantes del film que dirige Fernando González Molina, y que es una de las realizaciones más sólidas y ambiciosas realizadas en nuestro país durante este 2014. A primera hora de la mañana, los interesados ya hacían una enorme cola que recorría toda la Plaza de Santiago y daba la vuelta por las calles de los alrededores. Por un lado estaban aquellos que se habían inscrito de manera on-line y por el otro los que lo hacían de una forma presencial.

Tras un primer filtro, los afortunados pasaban a un segundo casting en el que eran fotografiados y donde tenían que rellenar una ficha, aunque la organización les avisaba que todavía quedaba un tercer filtro que hará todo el equipo de forma más pormenorizada. El jefe de casting, Diego Betancor, aseguraba que "hay gente que va a trabajar seguro, aunque no se lo comunicamos al momento. Nos hace faltan extras desde los 16 hasta los 80 años, y está muy claro el criterio de la película, llevamos ocho semanas de rodaje". Los figurantes, en definitiva, tenían que cumplir un perfil determinado, más allá de las pruebas de maquillaje o vestuario que tendrán que realizar el martes y miércoles próximo. Los hombres eran de rostros clásicos, corte de pelo años 50 y 60, nuca limpia y orejas al descubierto. La mujer no podían tener mechas o tinte de color inverosímil en aquella época, ni llevar tatuajes visibles, dilataciones o piercings.

El actor canario Luifer Rodríguez hacía un trabajo de apoyo a la productora, básicamente, y para que nadie pierda el tiempo, consistente en avisar a los aspirantes que no cumplían los requisitos físicos de que no hicieran la cola.

El film es una adaptación de la novela homónima de Luz Gabás, que se sitúan en la isla de Fernando Poo, en los años 50, en la Guinea española de la que la productora está recreando varias situaciones que se mueven entre los pueblos guineanos y la colonia blanca.

Betancor señala que es la primera gran película que se realiza en Gran Canaria en los últimos años. "Es cine con mayúsculas, hemos recreado un poblado completo y hemos rodado en muchos lugares con un trabajo con todos los departamentos artísticos. En todos los sitios utilizamos como extras a gente del lugar por una cuestión de logística para que lo haga más fácil".

Entre los aspirantes que ayer se encontraban en la plaza de Gáldar habían perfiles de todo tipo. Braulio Gutiérrez, de 41 años, ya ha rodado como extra algunas escenas en el papel de uno de los empleados de la finca con los actores. "Me llama la atención la naturalidad de las estrellas, te hace sentir como uno más de su equipo" señala. Almudena Naranjo, de 35 años, también ha hecho de figurante en varias películas, y asegura que le gusta este film por "el fondo histórico que tiene". Otras dos jóvenes fueron seleccionadas. Yanet Naranjo se presentó por un amigo de San Lorenzo y porque le gusta el trabajo de Mario Casas. E Isabel Lorenzo lo hacía porque había seguido a los protagonistas en series como El barco o Los hombres de Paco.