El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y Casa África hacen visible la singular producción del artista sudafricano Pieter Hugo (Johannesburgo, 1976). No es Hugo un fotógrafo al uso, sino un fabulador del lenguaje del fotoperiodismo, cuyo trabajo invita al espectador a agudizar el ingenio para discernir cuánto hay de realidad y cuánto de ejercicio plástico en su impronta fotográfica, que se escora de forma premeditada hacia la pintura. La sala San Antonio Abad y Casa África son los contenedores de la primera retrospectiva de Pieter Hugo, y que bajo el acertado título de Este debe ser el lugar presenta una colección de 112 fotografías distribuídas en 14 series y creadas entre 2003 y 2012, que se distribuyen entre ambos espacios con siete series cada una.

Producida por el Museo de Fotografía de La Haya y organizada por el CAAM, en colaboración con Casa África, la muestra se inaugura hoy jueves, a las 20.30 horas, en las salas de arte del CAAM-San Antonio Abad, y mañana viernes en Casa África, y permanecerá abierta al público hasta el 4 de enero de 2015. Es Gran Canaria la última escala de esta "fantástica y contundente" exposición, en palabras de Larry Álvarez, coordinador insular de Cultura, tras pasar por Holanda, Estocolmo, Budapest y Lisboa.

Pieter Hugo es "un fotoperiodista de nueva generación, su obra se parece mucho a la pintura, y se dirige no tanto hacia la noticia en sí como a la ficción y produce una especie de fotoperiodismo a través del prisma de la fantasía, y ello lo hace muy atractivo para el mundo del arte en general", explicaba ayer el comisario de la muestra y conservador jefe del Museo de Fotografía de La Haya. Es una mirada distinta a la realidad social, cultural y política del continente, un cambio de paradigma de otras visiones del continente vecino, que juega a la subvertir los roles, caso de las series Mis amigos y yo tenemos un lugar en el infierno, en las que el objetivo de este premiado fotógrafo -World Press Photo, en 2006, entre otros- se posiciona hacia su persona y alrededores, o Jueces, dos de las que acoge San Antonio Abad.

Según Win van Sinderen, la temática bascula entre Sudáfrica y el África Subsahariana. Las gentes de Nigeria, Ruanda, Ghana, y situaciones cotidianas, de ficción o realidades amplificadas como la serie Vestigios de un genocidio (Ruanda, 2004), son capturas de una realidad que invita a reflexionar. Otras series como La hiena y otros hombres (Nigeria, 2005-2007), son ejemplo, a juicio del comisario, de inmortalizar a los protagonistas de "la nueva sociedad africana, las economías emergentes a través de pequeños fragmentos". En este caso, gentes de Nigeria que "viajan como artistas de circo con sus animales y vendiendo medicinas".

Un fotógrafo que no olvida su lado humano. Prueba de ello, es la serie Error permanente (2009-2010), donde retrata a jóvenes de Ghana que se buscan la vida con el metal que obtienen en los vertederos, "los que nosotros desechamos", y que "muestra esa parte negativa de la vida en África en comparación con Occidente".

Héroes de la "diplomacia cultural"

Este debe ser el lugar es unclaro ejemplo de "diplomacia cultural", una acción que "permite dar a conocer al continente vecino a la sociedad española y canaria", tal como subrayó ayer Arianne Hernández, secretaria general de Casa África. En esta instución se pueden ver series de Pieter Hugo como los retratos de Mirar al costado (2003-2006), Apicultores (2005), Los deudos (2005), Musina (2006), Boereseuns (2006), Parientes (2008-2011) o En casa (2012), que al igual que las que acoge San Antonio Abad, caso de Nolywood (2008-2009), con actores posando como protagonistas de películas y fruto de la industria del cine en Nigeria, entre otras, y tal como razona el comisario, "presenta a sus protagonistas, como héroes y humanos reales, no como sujetos anónimos".