Beethoven, Mendelssohn, Bach, Haendel, Vivaldi, Mozart. Los grandes clásicos de la música conquistaron ayer muchos de los corazones que se acercaron a disfrutar de Músicas en la Plaza, una iniciativa de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, una mezcla de fiesta, feria y festival que congregó a miles de personas en torno a la plaza de la Música, en la playa de Las Canteras.

La convocatoria obtuvo la respuesta de miles de personas que fueron pasando por los ocho escenarios dispuestos en torno a la plaza de la Música, donde se celebraron 35 conciertos por parte de todas las agrupaciones corales e instrumentales de la Fundación OFGC, en su propia sede, en la plaza de la Música y en las salas Nasdaq, Mojo Club y Marea Baja. La mitad de los conciertos, en los que participaron unos 500 intérpretes, fueron gratuitos.

"Es una iniciativa muy bonita para ir inculcando y metiendo a la juventud el amor por la música clásica a la juventud", afirmó María Teresa Campodarbe, una persona asidua a los auditorios tradicionales, que opina que sacar las orquestas a la calle "no sólo no resta, sino todo lo contrario, crea adicción".

Paz Osores, también valoró positivamente esta iniciativa que se enmarca dentro de la Ruta Playa Viva. "Atrae a más variedad de público" y aprovechó la ocasión para reivindicar que se bajen los precios en las entradas en los auditorios.

Jezabel Rodríguez, de 26 años, es partidaria de repetir todos los años Músicas en la Plaza, "porque los precios reducidos o la gratuidad de algunos conciertos favorece el que la gente salga, se anime y aumente su cultura musical. Además teniendo en cuenta el buen tiempo que hay en nuestra ciudad esto nos permite disfrutarla más. Es estupendo todo lo que sea fomentar la cultura", indicó. "Es verdad que la música clásica tiende a estar enclaustrada en recintos cerrados, también porque la acústica es diferente y no es lo mismo un instrumento eléctrico con un micrófono y un altavoz que un instrumento de cuerda, pero en Las Palmas tenemos muchos espacios para organizar estos festivales en la calle. Hay que repetirlo", insistió la joven.

Precisamente este es el objetivo de la Fundación OFGC, según avanzó ayer el gerente Juan Mendoza, ante el éxito de la convocatoria. "El ambiente que se respira es un ambiente de fiesta, que era el objetivo de este evento y con eso nos damos por satisfechos. Hemos conseguido esa interacción de público e interpretes a la que aspirábamos, la gente está sorprendida con el formato de música y diversión. Es la primera experiencia de la Filarmónica, y parece que todas las voces hablan de repetirlo el año que viene, y probablemente volveremos a hacerlo", indicó Mendoza al tiempo que anunció que ya han recibido alguna oferta de otras zonas de la ciudad de Las Palmas para trasladar esta experiencia a otros escenarios.

Además del objetivo cultural, otro de los aspectos más valorados del festival fue el solidario. Así lo apuntó Carlos Ayala, primer contrabajo de la Joven Orquesta de Gran Canaria, que abrió el amplio abanico de conciertos con su actuación a las 17.00 horas en la Sala Gabriel Rodó. "Hemos disfrutado mucho con este repertorio, pero además tenemos la satisfacción de que esto tiene un fin solidario, ya que la recaudación se destina a la Asociación Contra el Cáncer".

Con este acontecimiento, la Filarmónica da el pistoletazo de salida a la nueva temporada, que este año cobra una dimensión especial al celebrar el 25º aniversario de la Academia de la OFGC y la Joven Orquesta de Gran Canaria, y el 20º del Coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.