La obra última de José Lirio es visible en el Centro de Artes Plásticas del Cabildo con la exposición Ecléctivo. Han pasado siete años desde su última individual Orígenes en la Fundación Mapfre, además de participar en varias colectivas en el CAAM, San Martín y La Regenta, entre otras. ¿Por qué este silencio desde 2007?
Tuve varias exposiciones seguidas entre los años 2005 y 2007. Cubres un cupo de exposiciones en tan poco tiempo que deja una obra lo suficientemente buena, contundente y numerosa en cuanto a producción que también te permite seguir si no encuentras donde. Además se agotan los espacios expositivos, y no tengo la una necesidad de hacer una exposición anual. El proceso de todo esto también es agotador, porque hoy en día hacer una exposición, al menos para mí, supone un gran esfuerzo. Hay que coordinar a un equipo de gente para que todo salga bien y no es fácil hacerlo de un día para otro.
¿Qué supone Ecléctico respecto a series anteriores? Un conjunto de obras que donde la estética y pulso de Lirio sigue presente con el guiño continuo a Andy Warhol, a Manet y Velázquez, todo barnizado de una ironía de la que no escapa la publicidad y el poder.
He retomado ese discurso que se había tamizado con un poquito de polvo en la esquina que fue la producción Orígenes (2007), que no tenía mucho que ver con esta etapa. Y esta tiene que ver con muchas anteriores. Es verdad que ahí están los discursos de mi estilo, de mi forma de presentar las cosas y entender la pintura. Me pongo en el taller y hago muchas cosas a las que luego le doy sentido. Coger por ejemplo, un bodegón tan sencillo como el que presento en la exposición y llevarlo a Desayuno en la hierba. Es una cosa que analizas luego porque lo que tu querías era hacer un bodegón fuera de su sitio. Y lo mismo le pasa a obras como Monada Lisa, la Gioconda, referente de un artista total y de alguna manera se cambia todo, se hace en un color y un fondo que remite otra vez a los orígenes de donde sale, pero descontextualizado y pasado por el colador.
En la exposición, algunas piezas dejan entrever una apertura hacia otras formas en su pintura.
Hay cosas más personales, o que han sido más novedosas en cuanto a la forma de hacerlo, como son las arañas [Arácnido y Araña Peluda], que son piezas distintas, y que se mezclan también con otras como Personajes de Corrida, que es muy fresco y se escapa, está en el filo de la navaja de que si es Lirio o no. No tanto por el motivo, porque ya he trabajado otras cuestiones taurinas, pero las formas son novedosas, es un color base trazado con líneas a tinta china, algo muy primario. También otras como la misma sombrilla de Verano, muy lúdico y simple a la vez, es mar, cielo. En el caso concreto de las arañas, son motivos que van y vienen. Tengo arañas desde hace muchos años, y estas son más modernas. Podría decirse que es una evolución normal en mi estilo. Hay una recuperación a la vez que novedades, y también es una prueba, el mezclar e investigar. ¿Que ocurre?, pues que para hacer esto necesitas tiempo. Y no me asusta la repetición, no engaño a nadie, porque cada vez que hago algo busco una diferencia. .
¿La simplificidad en formas y colores transmiten más al espectador que piezas de múltiples composiciones?
Me gusta controlar lo que hago. No tanto como lo hago ni de donde lo saco, es lo mismo una página de un periódico que un catálogo de Espasa Calpe o caulquier revista del corazón. Y en ese sentido, si que me gusta la nitidez, las cosas bien definidas y que tengan cierta armonía.
Habla usted de bodegones fuera de sitio, pero igualmente provoca al espectador amplificando motivos, en este caso, figuras que forman parte de la historia del arte, como hace con Las Meninas, de Velázquez.
De Meninas he hecho varias versiones y lo que motiva es más el personaje que la autoría de la obra. Me gusta jugar con ella, una señorita que todos sabemos que tiene un vestido muy ancho y poco más. Puedo coger ese elemento de trabajo y suelo hacer variaciones.
¿Cuánto ha influido Andy Warhol en su obra y cómo cambió el arte contemporáneo?
Para mi fue una figura fundamental. Estamos hablando de un pintor que sale de una familia humilde y que revoluciona todo Nueva York y de fronteras afuera ¿Qué es lo tiene Warhol? Diría que rompió con muchas cosas, quiso mirar y mirar, y pintar y pintar, dio categoría de arte a objetos que eran cotidianos, a personajes, y fue una ruptura en aquella época. El presentar la cajas de Brillo fue genial, pero tiene mucho más que esto. En 1991, fui al Guggenheim en Bilbao a ver la monográfica que se presentaba y ver un autorretrato de 40 por 35 cm, con dos colores, y sacarle toda su esencia, fue algo que me maravilló. Me preguntaba cómo este hombre con tan poco hacía tanto. Y luego ibas a una sala donde estaba un Mao que mide 8 metros de altura, es algo exagerado e impresionante. Además de todos los dibujos publicitarios que hizo, muy divertidos muchos de ellos, y la serigrafía, y Warhol siempre me ha motivado. Aunque no solo soy Warhol, me interesa Pollock, Lichtenstein,... Todos me han marcado un poco para seguir en mi línea. Y no nos olvidemos que Warhol tocó todas las teclas posibles, hizo películas, creó la Factory, fue manager de Velvet Underground.
¿El arte pop tiende a la simplificación en la obra de Lirio?
En ocasiones también soy más plástico, y es una definición bastante acertada. Sigo un transfer, como las hace cualquiera con la fotocopia con disolvente, no serigrafías a gran tamaño, y las imágenes siguen siendo más o menos depuradas con un sentido lúdico a veces.
La marca turística de Miró es un motivo de otra de las piezas de la exposición que evoca una lectura muy actual respecto a las relaciones entre las Islas y el Estado.
Esta sacado del cartel promociona de turismo del año 82 que le encargaron a Joan Miró. Con el plátano, que no es otro que el de la Velvet, podría haber recurrido a cualquier otro, pero quise usar éste. El título es Canarias y que cada cual haga la lectura que quiera hacer sobre la política. Ocurre que con algunas obras a veces te adelantas un poco a las cosas, nada preconcebido desde luego, pero tu obra trasciende mucho más de lo que tú querías.
¿Cuál es la mecánica de creación teniendo en cuenta que no ha dejado de pintar?
Lleva tiempo y hay que tomarlo con mucha paciencia y con cierta disciplina. La obra que sale la vas almacenando, salen cosas como alguna colectiva que al menos se ve la obra, que es lo mínimo que se tercia, y cuando ves que puedes y lo intentas por varios caminos que a veces se te cierran y decides aminorar un poco la marcha. Yo pinto lo que puedo, a veces como un ejercicio diario, porque para mí la pintura no es una cosa alegre, quiero decir alegre en el trabajo. Hay que estar ahí, a veces lo paso muy bien, te centras en lo estás haciendo y te absorbe el trabajo, y es muy positivo cuando tienes una dinámica que se puede mantener en el tiempo. Cuando expones siempre sacas algo. Soy mucho de mirar, tengo mis catálogos, mis libros, mi silloncito de consulta donde por supuesto me abstraigo y gozo viendo pinturas. Es fundamental todo esto porque no es sólo el pincel y el acrílico. Paso muchas horas leyendo y cuando surge la idea doy el salto y empiezo a maquinar la obra.
¿Qué expectativas artísticas tiene a medio plazo tras esta exposición? ¿Ha cambiado la escena local en cuanto a medios y nuevos creadores que partiendo de la tradicion exploren nuevos lenguajes?
¡A ver cómo acabamos esta exposición! Por mi parte, sigo trabajando, y de momento no tengo nada hablado ni cerrado en poco tiempo, pero me gusta tener obra por si surje otra individual. En cuanto a la gente nueva, hay de todo, como en botica. Hay gente nueva, es verdad que hay dificultades a la hora de exponer, hay pocas salas, lo cual es un problema para los artistas, y te ayudan, te ceden un espacio, te promocionas, y tu también lo haces con tu trabajo. Esta complicado, y por mi parte estoy encantado y agradecido.
