El cineasta Octavio Guerra (Las Palmas de Gran Canaria, 1976) obtiene una nominación a Mejor Cortometraje Documental por su trabajo La máquina de los rusos, en la 29a edición de los Premios Goya. "La verdad es que estoy muy ilusionado y, sobre todo, está siendo toda una revolución familiar en casa porque, al fin y al cabo, es un corto sobre la familia", expresó ayer el cineasta grancanario afincado en Valencia desde hace años.

Con nueve minutos de duración, La máquina de los rusos surge como un proyecto documental experimental que nace de una pregunta: ¿Es posible retener los recuerdos de una forma intacta? Filmado entre Gran Canaria y Valencia, Guerra se desplazó a su tierra natal con el propósito de recoger imágenes que le transportasen hasta su infancia. Sin embargo, durante su búsqueda, se descubre en la memoria de su padre al proyectar sus viejas películas de super-8.

"El corto nace a partir de las imágenes de súper 8 que mi padre grabó a finales de los años 70 y principios de los 80", explica Guerra, "entonces, yo decido rescatar todas esas imágenes que grabó en su día e intento analizarlas también cinematográficamente". Para el cineasta, "detrás de todas las imágenes que graba un amateur, puede esconderse un realizador".

"El resultado es una historia en la que regreso a buscar recuerdos de la infancia y me encuentro con los de mi padre y, en torno a eso, circula la trama", afirma.