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historia de la ingeniería

Simón Benítez Padilla o el intelectual de mente abierta

El científico fue uno de los pocos autores isleños que se atrevió a postular en 1946 una teoría sobre el origen de las Islas en el marco de la tectónica global

Simón Benítez Padilla, a la izquierda, con Agustín Millares Carlo. ARCHIVO FEDAC

Los problemas geográficos son problemas de localización; don Simón Benítez es también un problema de localización. Luego don Simón es no sólo el primer geógrafo del Archipiélago, sino también 'su misma geografía'

(A. de La Nuez, 1960)

No resulta fácil en tan limitado espacio hacer una reseña mínimamente aceptable de Simón Benítez Padilla que abarque la amplitud de sus aportaciones en campos tan diferentes del conocimiento científico. Me limitaré, por lo tanto, a dar unas breves pinceladas de alguna de sus publicaciones y remitir al lector interesado a que consulte la bibliografía que aparece al final de este texto. Benítez Padilla (Las Palmas de Gran Canaria, 1890-1976) fue Director de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, presidente de El Museo Canario, miembro de la Real Academia de la Historia y de la Academia de Ciencias Físicas y Naturales de Zaragoza y, sobre todo, fue un gran conocedor de la isla y de sus gentes, de su historia y sus inquietudes sociales. Fue, además, una persona de mente abierta capaz de cultivar con brillantez disciplinas dispares como la Geología, la Arqueología, la Historia o la Literatura. Perteneció a una selecta generación de intelectuales canarios compuesta por prestigiosos creadores, ensayistas y críticos como José Miranda Guerra, Agustín Millares Carlo, Juan Bosch Millares, Pedro Cullen del Castillo, Manuel Socorro, Joaquín Artiles o Juan Rodríguez Doreste (S. de la Nuez, 1960: p. 85). Mi primer contacto con su obra se produjo a principios de los setenta en las clases que nos impartía don Telesforo Bravo (fallecido en 2002) en la vieja Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna. El profesor Bravo nos remitía a las teorías sobre calderas de erosión del sabio grancanario recogidas en su Geografía General de las Islas Canarias, editado por Ediciones Goya en 1954.

Hay libros que se descubren, te atrapan y nunca más se olvidan a pesar del paso del tiempo. Ese es el caso de Gran Canaria y sus obras hidráulicas (a mi juicio, el trabajo más deslumbrante de su producción y el que mejor le define como un geógrafo 'aplicado'). Si Gran Canaria y sus obras hidráulicas ha merecido reeditarse en dos ocasiones (1959 y 1992) es precisamente porque se trata de un libro demandado y de una publicación trascendente, particularmente por la cuidada metodología que emplea su autor y las fuentes bibliográficas en las que se inspira. En Canarias no abundan los análisis geográficos de diagnósticos espaciales y su aplicación a casos concretos en la dirección sugerida por J. O. M. Broek (1967). De ahí la importancia que tiene el que en un contexto histórico determinado (preturístico), de economía dominada por la agroexportación, con un fuerte componente autárquico y con anterioridad a las actuales tecnologías de desalación, SBP tuviera la luminosa idea de concebir un Plan Hidrológico que retuviera las escorrentías pluviales de nuestras cumbres canalizando los caudales hacia los resecos páramos de las comarcas meridionales comprendidas entre Maspalomas y Mogán. En realidad se trataba de un plan de desarrollo comarcal con el que el Cabildo pretendía equilibrar la brecha que desde la colonización separaba al Norte del Sur de la Isla por razones bioclimáticas pero también por razones sociopolíticas. A partir de entonces las llanuras sureñas de Gran Canaria, hasta entonces conocidas como tierras de destierro, pasaron a ser rápidamente redimidas con la edificación de una serie de presas que permitieron la expansión del regadío, el aumento de las cosechas de tomates y el crecimiento de la población.

Pero debo reconocer que el punto álgido de mi admiración por SBP llegó un poco más tarde con motivo de la edición por Editorial Interinsular en 1984 del primer tomo de la Geografía de Canarias. En las dos ediciones (Cap. Vº, pp. 56-60) J. C. Carracedo evocó a Benítez Padilla como uno de los pocos autores isleños que se atrevió a postular en 1946 una teoría científica sobre el origen del Archipiélago canario en el marco de la tectónica global aportando un modelo explicativo centrado en el origen continental como fragmento (siálico englobando bolsas de sima) desgajado del bloque principal africano en su desplazamiento hacia el Este. La solvencia de sus trabajos "Ensayo de síntesis geológica del Archipiélago Canario" (1945); "Una breve excursión científica por Gran Canaria" (1963) y, sobre todo, Gran Canaria y sus obras hidráulicas (1959), confieren a la obra de SBP la categoría de referente ineludible. Su legado ha dejado una huella imborrable en numerosos lectores tanto profesionales como enseñantes de la Geografía de Canarias.

Pero Simón Benítez Padilla no se limita a trabajar temas relacionados con las Ciencias de la Tierra sino que además cultivó con indudable maestría materias y disciplinas tan variadas que van desde el campo de la Etnografía, Antropología y Arqueología, hasta la erudición en Arte, Historia y Literatura aportando estudios y publicaciones sobre Galdós, Tomás Morales; ensayos biográficos sobre Viera y Clavijo, Cirilo Moreno o José Agustín Álvarez Rixo. En todos los cargos que desempeñó como Ayudante de Obras Públicas en la Jefatura de Obras Públicas de Las Palmas, en el ejercicio de Jefe de Vías y Obras del Cabildo de Gran Canaria y como presidente, director y conservador de El Museo Canario, se nos presenta con un perfil de intelectual canario de honesta trayectoria, y de amplios y profundos conocimientos.

Ramón Díaz Hernández. Profesor de Geografía de la ULPGC

Bibliografía: "Ensayo de síntesis geológica del Archipiélago Canario" (1945); "Nuestro Tomás Morales" (1949); "La erupción de "Las Manchas" en la isla de La Palma y el volcanismo canario" (1952) "Estudio biográfico de José Álvarez Rixo" (1955), "Gran Canaria y sus obras hidráulicas" (1959) o "Una breve excursión científica por Gran Canaria" (1963).

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