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historia de la ingeniería

El maestro Simón Benítez

Jaime J. González Gonzálvez publica el libro 'Simón Benítez Padilla. Maestro de presas', el geógrafo experto en presas continúa con la misión informativa del libro 'Gran Canaria y sus obras hidráulicas'(1959)

Simón Benítez Padilla, durante el receso de un trabajo de campo en una foto sin fechar. JOSÉ NARANJO SUÁREZ

Jaime J. González Gonzálvez publica el libro Simón Benítez Padilla. Maestro de presas. Con este título, el geógrafo experto en presa s continúa con la misión informativa del libro Gran Canaria y sus obras hidráulicas (1959), estudio realizado por Simón Benítez Padilla durante más de tres décadas. Dicen que sólo se reconoce lo que se conoce, de ahí que el objetivo de este libro consiste en entender el pasado de las miles de obras hidráulicas que todavía salpican el paisaje de la Gran Canaria a través de la figura del técnico desconocido del Cabildo de Gran Canaria y su intensa relación con las grandes presas de embalse. Este desconocido técnico fue el ingeniero autor de más de quince proyectos de grandes presas, el planificador del Plan de Obras Hidráulicas de 1938 y de su reformado de 1946 -encaje de las ya iniciadas presas de mampostería de Ayagaures y Chira- y un preciado colaborador o asesor en proyectos o adecuaciones técnicas de otras grandes presas: Las Peñitas en Fuerteventura, Cuevas Blancas en Valsequillo, etc.

En este sentido, al comenzar este libro con la última frase de la obra de Simón Benítez Padilla -"El canario ha de esforzarse en cultivar su jardín, aunque este no sea el de las Hespérides"- González Gonzálvez tiene como prioridad informar a propios y extraños de la obra gigantesca que se llevó a cabo en Gran Canaria para captar, almacenar y transvasar el agua para poder comer. Si Benítez Padilla procuró en su obra científica exponer la evolución económica de la Gran Canaria en relación con sus obras hidráulicas, porque todo lo debe la Isla a su propio trabajo, en este libro González Gonzálvez le otorga el calificativo de maestro de presas por su extensa labor como proyectista y planificador durante los años más duros de la batalla del agua. Un calificativo merecido por todo lo que todavía le debe Gran Canaria a Simón Benítez Padilla.

Aún con este libro, Simón Benítez Padilla seguirá siendo un técnico desconocido, ya que todavía queda mucho por investigar sobre su labor en el fomento de las obras hidráulicas insulares: pozos, galerías, estanques, canales, tuberías. Hasta entonces, el lector podrá comprobar que en la primera parte del libro se estudia la evolución temporal de los quince diseños de grandes presas firmados por Benítez Padilla en apenas cuatro años, donde se aporta, entre otras cuestiones de interés, un análisis detallado de la rotura de la Presa de Granadilla en febrero de 1934. En la segunda parte del libro se aborda su trabajo con las presas de la Corporación Insular y con las presas de Las Peñitas, Aríñez y Cuevas Blancas, y la defensa de la tesis de que la concepción y nacimiento de la Presa de Chira es obra de Simón Benítez Padilla. Porque el viejo muro de Chira no tiene 32 metros de altura sobre cauce según proyecto de 1947, sino 34 metros. Chira es una presa recrecida bajo su dirección que bien merece la propuesta que se expone al final del trabajo, que la Presa de Chira también se la conozca como la Presa de Simón Benítez Padilla.

A decir de González Gonzálvez "Tenemos un recurso cultural hidráulico único en el mundo que causó asombro y admiración a propios y extraños durante varias décadas. Simón Benítez Padilla se merece un centro cultural museístico y no una sala cerrada con ordenadores."

En estas páginas de Cultura el también geógrafo Ramón Díaz Hernández, profesor de Geografía en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, aborda la importante producción bibliográfica de Benítez Padilla, que incluye títulos científicos como Ensayo de síntesis geológica del Archipiélago canario La erupción de "Las Manchas" en la isla de La Palma y el volcanismo canario , Una breve excursión científica por Gran Canaria, y, en un lugar principal Gran Canaria y sus obras hidráulicas, reeditado en dos ocasiones, y en el que aporta un magnífico análisis del paisaje insular del agua a través de una descripción de las miles de obras construidas para el aprovechamiento de aguas superficiales (acueductos, estanques, presas) y de alumbramiento de aguas subterráneas (zanjas, galerías, pozos). Benítez Padilla, como recuerda Díaz Hernández, fue además un humanista que sería presidente de El Museo Canario, miembro de la Real Academia de la Historia y de la Academia de Ciencias Físicas y Naturales de Zaragoza. Integrante de una notable generaciones de intelectuales canarios, entre los que figuran José Miranda Guerra, Agustín Millares Carlo, Juan Bosch Millares, Pedro Cullen del Castillo, Manuel Socorro, Joaquín Artiles y Juan Rodríguez Doreste, la pluma de Simón Benítez Padilla se deben también estudios y publicaciones sobre Pérez Galdós, Tomás Morales, y ensayos biográficos sobre José de Viera y Clavijo, Cirilo Moreno o José Agustín Álvarez Rixo.

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