El director del Festival Animayo, Damián Perea, promete una décima edición a la altura de su público. Con el doble de convocatorias con respecto a la edición anterior, "este año hemos tirado la casa por la ventana", revela. Con un presupuesto que ronda los 100.000 euros, Perea afirma que "es muy difícil crear y posicionar un festival como Animayo". "Animayo no es una improvisación, sino que nace del trabajo de un año entero para sólo una semana de festival", explica, "pero este público merece el esfuerzo que estamos haciendo". Sin embargo, a pesar de su condición de festival itinerante, Perea lamenta las limitaciones de la insularidad. "El festival ha crecido mucho, se ha expandido mucho, pero siento que, precisamente en Canarias, nunca se le ha dado toda la importancia que tiene", confiesa, "Animayo es un festival muy conocido y reconocido fuera, mientras que en las Islas, por alguna razón, no tiene tanto prestigio como fuera de nuestras fronteras".

Aun así, Perea celebra la consolidación de un certamen que cuenta "con un grandísimo apoyo del Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno autonómico" y que cada vez recaba "un mayor apoyo de patrocinios privados", sostiene. Además, Animayo ofrece distintas becas, que este año oscilan entre los 4.000 y 9.000 euros, para "los más talentosos de Canarias". "Con estas becas, los enviamos a formarse fuera", explica el director, "el festival es un apoyo para que puedan cumplir su sueño y no pasen las penurias que pasé yo en su momento".

"Ojalá algún día, en el futuro, la gente se pregunte por qué hay tantos directores de animación en Canarias, y muchos recuerden que Animayo apostó por ellos", concluye Perea. Al final de su clase magistral, un consejo final: "Cuiden a los freakies de sus clases, porque pueden ser los artistas del futuro".