El incal es un título imprescindible que inició el periodo contemporáneo en el noveno arte y cuyos logros se extienden por las tres últimas décadas con una nomina de autores que, de un modo u otro, rinden tributo a esta obra maestra.
Un antes y después en la historia del cómic se puede establecer con el trabajo más emblemático de Moebius y Jodorowsky. Algo lógico si tenemos en cuenta que dos genios, un dibujante francés y un escritor argentino, unieron sus talentos para crear un universo fascinante y único en donde la odisea de John Difool daba pie a todo tipo de aventuras en las que la psicomagia, los ritos chamánicos o la denuncia a los totalitarismo del autor de El topo, aparecían de forma más brillante que nunca.
Pues bien, tras la publicación de varias sagas paralelas, precuelas, secuelas o spin-offs con los personajes de esta obra, siempre interesantes y recibidos de forma entusiasta por los seguidores del creador de El garaje hermético, ahora llega el tercer volumen de Final incal que reescribe la historia original y establece muchas referencias a las demás sagas surgidas bajo su amparo en los último treinta años.
Alejandro Jodorowsky firma un guión lleno de guiños a la obra matriz. Y lo hace nuevamente con el dibujante Ladrönn, un autor que destaca por moverse en un terreno equidistante entre la elegancia de Moebius y el detallismo de Juan Giménez, otro artista esencial que firmara la perfecta Los metabarones en la que recreaba cómo era la estirpe de uno de los personajes más siniestros e inquietantes que aparecieron por aquella aventura.
John Difool es un detective de poca monta que con la ayuda del extraño pájaro puede moverse en el terreno de la metafísica. Sus indagaciones les llevarán por un mundo de símbolos en el que el objetivo será alcanzar la realización personal a través de la iluminación. Este desgarbado, descreído y fracasado personaje, sin duda uno de los antihéroes más importantes que se hayan creado, tendrá que encontrar su auténtico valor interior, además de ser testigo de una revolución contra la nobleza, visitar el centro del planeta y seducir a una reina alienígena para evitar una guerra intergalactica.
Pero ahora, John Difool, Luz y su pájaro Deepo unirán sus fuerzas al resto de seres vivos supervivientes para derrotar al Benthacodon, un arma de destrucción definitiva programada para acabar con las conciencias biológicas de toda la galaxia. Otro desborde de imaginación que, seguro, tendrá algunos retractores, aquellos que aún suspiren con los logros de los primeros álbumes de Moebius. Pero, aún así, supera con creces a esos cientos de miles de imitadores que les han salido todos estos años.
