El conflicto militar entre la República de China y el Imperio de Japón, ocurrido entre 1937 y 1945 y conocido como Segunda Guerra chino-japonesa, constituye uno de los escenarios más desconocidos de la Segunda Guerra Mundial que comenzó cuando el ejército japonés, que controlaba Manchuria, inició la invasión del resto de China. Uno de sus episodios más luctuosos fue la batalla de Nankín, que se libró para conquistar la entonces capital china y tras cuya caída se convirtió en un infierno en el que las tropas japonesas se dedicaron a cometer violaciones y asesinatos en masa en los que murieron trescientos mil civiles y prisioneros de guerra. Ethan Young nos introduce en ese infierno con unos contundentes y realistas dibujos en blanco y negro que tienden a contener varias líneas paralelas sobre el sinsentido de las guerras y, cómo no, el heroísmo.
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