El arquitecto Fernando Menis interviene esta noche, a las 19.00 horas, en la tribuna del Club LA PROVINCIA con la conferencia Razón y emoción: el caso de una ópera en Polonia. Protagonista de una de las monografías de la prestigiosa Arquitectura Viva, acaba de culminar tras años de trabajo el Auditorio de Jordanki de Torun (Polonia), su obra más ambiciosa en el extranjero, donde desarrolla la mayor parte de su trabajo desde que la crisis empezó a realizar estragos en la profesión. La arquitecta y profesora de la ULPGC Magüi González será la encargada de presentarlo.

Autor con Artengo y Pastrana del Magma, Centro de Arte y Congresos (Adeje. Tenerife), o de la Presidencia del Gobierno de Canarias (Santa Cruz de Tenerife), y ya en solitario del centro cultural El Tanque (Santa Cruz de Tenerife), Menis muestra una indudable vocación paisajística, tanto en el diseño de sus edificios como en el uso de los materiales que los recubren.

En el caso de Jordanki, levantado en una ciudad medieval Patrimonio de la Humanidad, el arquitecto insiste una vez más en el edificio-roca de carácter telúrico, según el crítico Fernández-Galiano, que parece emerger del subsuelo hasta alcanza su acomodo. Menis no renuncia en la arquitectura a la espectacularidad, pero siempre que sea social y útil. En este sentido, considera prioritario hablar de buena y mala arquitectura, o de buenos y malos arquitectos.

Su filosofía constructiva no se puede desligar de las condiciones locales, hasta el punto de considerar un fracaso la obra que no mejora la vida de los que estaban allí antes de la intervención. En Polonia, su diseño más ambicioso en el extranjero, ha logrado imbricarse en el paisaje con la utilización de un ladrillo típico del lugar. La infraestructura de 22.000 metros cuadrados tiene tras de sí un importante estudio de acústica. El edificio es multiusos, adaptable, y ello conlleva que los enormes tabiques contenedores de las salas se puedan mover a través de un sistema de poleas electrónico.

Precisamente, Fernando Menis habla esta noche del aspecto creativo, y del papel que le corresponde a la racionalidad a la hora de establecer criterios de construcción, funcionalidad, acordes con la aspiración artística.