No hay que fiarse mucho de las apariencias. El ejemplo más claro lo tenemos con el debut de esta cantante norteamericana que presenta una portada en la que aparece retratada casi como una modelo de pasarela venida, por fuerza mayor, a cantante, o como el típico producto mainstream destinado a contentar a seguidoras de Britney Spears. Pero lo cierto que Margaret Glapsy ha realizado un sencillo, pero rotundo, disco de rock con paradas por el country y el folk-rock, y puentes hacia Joni Mitchell, Elliott Smith o Ellen Folley.
Con sólo 26 años, esta reveladora cantante ya ha girado con todo tipo de artistas que incluye desde voces del indie como Rachael Yamagata, hasta leyendas del bluegrass del tipo de Ricky Skaggs, pasando por iconos del folk de la altura de Del McCoury, Tim O'Brien y Aoife O'Donovan que le han dado cierto carácter a su propuesta. De este modo, títulos como Memory Street, Anthony o Parental Guiadance se mueven entre estos parámetros jugando casi siempre con medios tiempos, pero creando una música agradable que puede convencer a todo tipo de públicos.
Pero es que este debut también muestra paseos por el sonido de Lou Reed de los primeros ochenta (Situations y la canción que titula el disco). Y a veces realiza un homenaje nada disimulado hacia Marc Boland (You and I) Dylan (No matter who) o incluso al sonido más tradicional de los Rolling Stones (Pins and needles o You don't want me). La balada Sombody to anything es la única concesión en un disco realizado sin pretensiones, con una instrumentación básica de guitarra, bajo y batería, pero en el que la artista neoyorkina reivindica el buen y auténtico rock que siempre se ha hecho en su país. Un puñado de canciones, en definitiva, que entran con la facilidad de las obras clásicas.
