La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

'Festina lente'

Fresco de Giorgio Vasari (c. 1560 LA PROVINCIA / DLP

Hasta no hace demasiado tiempo, una pantalla de ordenador nos permitía el acceso a un mundo tridimensional, ahora ya nos permite un acercamiento no sólo visual sino también del oído y del tacto. Esto hace que podamos recorrer el Museo del Prado o el Museo del Louvre desde el salón nuestra casa. Las visitas audiovisuales son una constante dentro del mundo digital, pero no hay nada que pueda compararse a pasear por los museos, "dejar que la mirada se mueva libremente y se detenga allí donde se sienta atraída por formas o colores", como escribe Lamberto Maffei en Alabanza de la lentitud (Alianza Editorial), un libro que invita a la reflexión desde la experiencia vital del propio autor, un venerable neurocientífico de 80 años, que se pregunta acerca de la velocidad a la que se desplaza nuestras vidas y si tiene algún sentido más allá de la prontitud para saltar a otra.

¿Que se hizo de la lentitud? Recuerdo que mis años de estudiante, pese a los más de treinta años transcurridos, fueron lentos. En mi memoria componen una secuencia de lecturas apasionadas, de tertulias en el cafetería de la universidad en torno a la verdad y la mentira, la vida futura, sobre Proust, Melville, Faulkner, Virginia Woolf y, por supuesto, Nietzsche, a quien pertenece la frase que mejor expresa la razón final y verdadera de la lentitud: "Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad".

En Alabanza de la lentitud, Maffei dirige sus pasos al Palazzo Vecchio, en Florencia, para admirar los frescos de Giorgio Vasari: "[En] el Salón de los Quinientos descubro en el techo unas imágenes extrañas que me sorprenden y me atraen. Se trata de unas tortugas que llevan sobre el caparazón una enorme vela hichada por el viento. Hay muchas por el techo y las paredes, y si uno mira con atención descubre también la leyenda que las acompaña: festina lente (apresuraos con lentitud). ¿Qué querrán significar estos frescos de Vasari y sus ayudantes? Los mandó pintar Cosme I de Médicis (1512-1574) para simbolizar su modo de actuar y su pensamiento, expresado por una frase latina que Suetonio atribuye a Augusto, aunque se trata de un proverbio sapiencial de la época".

La mayor equivocación de la era digital es pensar que la tecnología trata de emular al cerebro humano. Nada más lejos de la verdad. El cerebro es una máquina lenta. "Por desgracia", escribe Maffei, "aún no se puede apretar una tecla para lograr que piense el cerebro, una máquina obsoleta en la era digital, aunque todavía útil cuando se tiene el acierto de ponerla a funcionar. [...] Un predominio excesivo de los mecanismos rápidos del pensamiento, que llamaremos 'pensamiento rápido' o digital, puede acarrear soluciones y actuaciones erradas, malas para la educación y la vida civil, porque introduce en la mente humana el sueño de una dominio casi sobrenatural de la naturaleza y del propio hombre". Maffei, está de más decirlo pero hay que decirlo, nos invita en su libro a reconsiderar las posibilidades del "pensamiento lento" basado sobre todo en el lenguaje y la escritura. Es tarea urgente. Festina lente.

Compartir el artículo

stats