El actor sueco Max von Sydow, que ayer recibió el Gran Premio Honorífico del Festival de Cine Fantástico de Sitges en la inauguración del certamen, ha confesado que "el teatro es una experiencia más intensa que el cine para un actor". Educado, con una modestia impropia de un veterano actor nominado en dos ocasiones en los Oscar y que conserva la dignidad de su altura a pesar de sus 87 años, Max von Sydow ha pedido perdón en Sitges por proclamar su amor al teatro por encima del cine. "Creo que mi trabajo es más satisfactorio en el teatro que en el cine, donde el rey es el director, es el que controla el proceso, mientras los actores trabajan dos semanas y no tienen influencia en el montaje ni en la posproducción", ha comentado.

El actor sueco, también nacionalizado francés, recuerda que "en el teatro, los actores trabajan juntos con todo el personal que está en la producción y con el director, es una experiencia más intensa". Preguntado por cuál ha sido su producción favorita en una filmografía con más de 150 actuaciones, Von Sydow asegura que resulta difícil, pero, ha explicado, "hay una que significó mucho para mí y que además no era de Bergman, la danesa Pelle el conquistador", que ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera.

Aunque los seguidores del género lo recuerden por su participación en filmes del cine fantástico como El exorcista, Robin Hood, Flash Gordon, Conan el Bárbaro o el episodio VII de la saga Star Wars, Von Sydow ha destacado todo el trabajo que hizo con Bergman, tanto en cine como en teatro. Resume el actor de El séptimo sello que la experiencia con Bergman fue "compleja y enriquecedora", y de la que se siente "afortunado por haberla vivido". Von Sydow, que trabajó con el director tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo en Intacto (2001) no se ha sentido atraído por volver a dirigir tras su única experiencia como director en Katinka (1988).