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Entrevista

"Todo lo que he aprendido de la música está concentrado en estos dos discos"

"Estoy muy contento con la nominación de 'Arde Estocolmo', con el que se hizo un trabajo muy discreto", afirma el cantautor Pedro Guerra

El cantautor Pedro Guerra, en una imagen promocional de 'Arde y vuela'. LA PROVINCIA / DLP

¿Cómo decidió embarcarse en dos proyectos musicales al mismo tiempo?

El proceso fue simultáneo y los dos discos tienen algunos puntos en común, aunque, en esencia, son dos trabajos distintos. Arde Estocolmo es un disco muy personal de canciones originales, mientras que 14 de ciento volando de 14 es un disco colectivo que reúne 14 sonetos de Joaquín Sabina, a los que puse música y donde embarqué a una treintena de artistas. Como no es habitual sacar dos discos y girar con ambos para presentarlos al mismo tiempo, tuvimos que repensar incluso el título, que se hacía muy largo, y que al final resumimos en la frase Arde y Vuela, que los nombra a ambos.

¿En qué medida constituye Arde Estocolmo el resumen de toda su carrera, como manifestó en una ocasión anterior?

En realidad, yo diría que lo es Arde Estocolmo, pero 14 ciento volando de 14 también. Es decir, he hecho estos dos discos simultáneamente y en ambos he ejercido de productor, compositor, arreglista e, incluso, de intérprete de todos los instrumentos que suenan en las canciones. En este sentido, digamos que he ido escribiendo las canciones a la vez que las iba grabando en el estudio. Este proces me ha permitido estar trabajando durante un año y medio de lleno en los dos proyectos simultáneamente. Entonces, al asumirlo todo, siento que he volcado todo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera desde mis comienzos en solitario, pasando mi tránsito por Taller Canario, hasta mi llegada a Madrid. Todo lo que he aprendido de la música está concentrado en estos dos discos como no lo había hecho antes. Arde y vuela contiene todo lo que yo puedo dar de mí.

Como guinda, en plena gira recibe la noticia de su nominación a los premios Grammy Latino por Arte Estocolmo. ¿Cómo lo ha vivido?

Sí, eso fue hace unas semanas y estoy muy contento, porque es una nominación a un disco que tampoco es que haya salido con una campaña de promoción a lo bestia, sino que han sido unos discos con los que se ha hecho un trabajo discreto, lo cual significa que hay un reconocimiento especial por parte de la gente que votó por mi trabajo y un reconocimiento hacia mí como artista. Ahora, lo que pueda pasar es siempre difícil, pero estar nominado es una gran alegría.

¿Cuál es su balance de toda una vida dedicada a la música?

Antes de estos dos discos hice un triple CD en directo, sólo con guitarra, donde repasaba 30 años de carrera, que se produjeron entre los años 1983 y 2013. Y creo que después de 30 años, poder hacer un triple CD en directo, con 57 canciones grabadas en muchos lugares, como Colombia o Costa Rica, o el Teatro Pérez Galdós, en Gran Canaria, significa un balance muy positivo. Para mí, poder decir que llevo 30 años en activo, haciendo canciones y conciertos, y todavía con camino por delante, es ya un balance muy positivo.

¿La trayectoria de sus discos narra la de su vida?

Pues podría decirse que sí, porque todos mis discos fueron un reflejo del momento vivido cuando los hice, tanto en lo musical como en lo personal. Golosinas es mi llegada a Madrid, con una parte de repertorio que traía de Canarias; y Tan cerca de mí es mi primer disco hecho íntegramente en Madrid. Luego, Vidas es un disco que refleja mucho mi vida familiar, y el nacimiento de nuestro segundo hijo. Creo que cada disco podría contarlo como algo que marca un momento importante de mi vida.

¿Cómo hizo la selección de sonetos de 14 de ciento volando de 14?

Pues por un lado, escogí los sonetos que más me gustaban, y por otro, reuní los sonetos que sentía que, convertidos en canciones, podrían funcionar mejor. Por lo tanto, el criterio no se basó sólo en mis gustos personales, porque no todos los poemas funcionan bien cuando son cantados, así que la musicalidad de los sonetos fue el segundo criterio.

Usted cuenta con un proyecto poético-musical anterior con La palabra en el aire, donde viste de melodías la poesía de Ángel González.

Sí, lo hice a la manera en que lo hice con la poesía de Sabina. Digamos que, hasta la fecha, he hecho tres trabajos sobre poesía con cierta importancia, aparte de poner música a algún poema suelto. Efectivamente, el primer proyecto de este tipo fue La palabra en el airede Ángel González, que fue un disco entero de poemas musicados. Pero, antes, hice un primer trabajo con sonetos de diferentes autores a partir de un listado de sonetos que me trasladó el poeta Luis García Montero y a los que puse música. En esta lista había sonetos de nombres como Garcilaso de la Vega, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Rubén Darío, Rafael Alberti, Pablo Neruda y Federico García Lorca, así como de cantautores y poetas contemporáneos como Luis García Montero, Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute. Y una parte de este trabajo, que fueron nueve de un total de 20 sonetos, los grabó Miguel Poveda en su último disco, Sonetos y poemas para la libertad. Por último, mi tercera incursión de manera intensa en la poesía ha sido dedicarme a la obra de Sabina en un monográfico, como en el caso del poeta Ángel González.

¿Qué representa la figura de Sabina en su vida?

Joaquín Sabina es una de mis referencias, una de las personas que más admiro, por su forma de escribir, por su sensibilidad, por su forma de hacer canciones. A lo largo de la vida hay muchos artistas que son importantes y, sin duda, Sabina es uno de ellos.

Más que un homenaje, ¿este disco es un regalo que le hace?

Pienso que, cuando se lo mostré, Joaquín lo vivió así, porque así me lo transmitió y, para mí, también eso fue un regalo.

También Arde Estocolmo recupera líneas poéticas que dejó atrás en su repertorio.

Sí, porque, como había hecho aquel trabajo sobre los 20 sonetos, de los que Miguel Poveda sólo había escogido una parte, quedaron tres canciones, en concreto, que me gustaban mucho, y que quise recuperar para Arde Estocolmo. Se trata de un poema de Rubén Darío, otro de Gerardo Diego y otro de Arthur Rimbaud, adaptado al castellano por Luis García Montero. En total, son tres canciones que tenía ahí y que me gustaban mucho, y que me daba pena que se quedaran en el tintero.

Su parada en Gran Canaria se celebra en el marco del ciclo Ciccautor, ¿cuál es su opinión de la nueva generación de cantautores canarios que le releva?

Pues lo cierto es que no los conozco a todos, sino a algunos, como Jesús Garriga o Luis Quintana, porque no estoy en el día a día de Canarias. De hecho, conozco más a los canarios que me voy encontrando en Madrid cuando vienen a tocar. Pero en fin, pienso que, como siempre, Canarias tiene un importante potencial musical, que siempre lo ha tenido. Canarias es un conjunto de islas muy musical, desde la cantidad de agrupaciones folclóricas que siempre hubo y que siempre hay hasta la cantidad de movimientos musicales que hay en torno a los barrios y ciudades, tanto con el folclore hasta en las mismas movidas del carnaval o personas que quieren vivir de la música. En definitiva, en Canarias siempre ha habido muy buenos músicos y muy buen potencial, que sigo identificando hoy, por supuesto.

Con todo, ¿qué supone regresar a las Islas a presentar los dos discos? ¿Y qué otro repertorio va a encontrarse el público grancanario en el Cicca?

Pues hay una muy buena parte de la gira, con la que ya veníamos muy contentos, que es la que está sucediendo ahora este otoño y que es la que sucede en Canarias donde culminaremos un total de ocho conciertos, para después seguir por el resto del país. Y en el Cicca haré como he hecho en los conciertos anteriores, que es presentar algunas canciones de los dos discos y, por supuesto, haré también un repaso, como siempre, por algunos mis temas más conocidos, pero también por algunos temas de mi repertorio menos visitados.

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