Tomás Morales habla en francés gracias a la traducción del poemario Las Rosas de Hércules. Un paso más para situar al autor que introdujo el modernismo en Canarias en el contexto europeo e internacional que merece su producción, a través del proyecto impulsado por el Departamento de Ediciones del Cabildo, y en una edición al cuidado de los investigadores y exprofesores Marie-Claire Durand Guiziou y Jean-Marie Flores.

Este libro, que se presenta mañana jueves 27, a las 19.30 horas, en la Casa-Museo Tomás Morales en el marco de los actos por el 40º aniversario del centro, viene a reforzar el posicionamiento internacional de Tomás Morales dos años después que el Cabildo pusiera en circulación la traducción al inglés de Las Rosas de Hércules, en una edición de John Rutherford, profesor emérito del Queen's College de la Universidad de Oxford. "La traducción es la emancipación del texto, y esta universalidad la merecía Tomás Morales, ya que si el texto no se traduce, la obra queda casi reducida a lo local". Es la reflexión que hacía ayer sobre la dimensión que adquiere el proyecto editorial Les Roses D'Hercule, Marie-Claire Durand Guizou, que le ha llevado dos años de trabajo junto a Jean-Marie Flores.

La traducción tomó como referencia las ediciones sobre La Rosa de los Vientos que realizó el profesor de Didáctica de la Lengua y Literatura de la ULPGC, y ahora director insular de Cultura, Oswaldo Guerra en 2006, al abrigo de la Casa Tomás Morales y del Cabildo, y la posterior de Ediciones Cátedra, en 2011. En opinión de los investigadores, traducir al francés a Tomás Morales viene a subrayar el hecho de que su producción fuese deudora de numerosos autores francófonos. Las principales influencias en la obra del grancanario -con la siempre figura presente de Rubén Darío- son entre otros, los simbolistas franceses como Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine, Arthur Rimbaud y Francis Jammes; los belgas Georges Rodenbach -a quien cita Morales en uno de sus poemas : "Esta tarde he leído a Rodenbach...", en Vacaciones sentimentales, del libro primero de Las Rosas de Hércules -,Maurice Maeterlinck y Emile Verhaeren; los llamados parnasianos, caso de José María de Heredia, Leconte de Lisle, Jean Moréas o Théodore de Banville; y otros malditos como el bretón Tristan Corbière o Víctor Hugo.

"Hay una notable influencia de todos ellos en Tomás Morales, y luego aflora su singularidad. Estaba fascinado por los simbolistas que derivarían en el modernismo . Morales tiene su propia materia, su prosodia, porque en él es fundamental el ritmo en un léxico que tiene su complejidad", explica la investigadora y proferosa jubilada de la ULPGC. En su opinión, "a través de un autor como Tomás Morales se describe toda una cultura, en este caso de las Islas Canarias, y a él le habría gustado saber que iba a ser traducido al francés.

La fijación de Marie-Claire Durand y Jean-Marie Flores hacia las letras canarias se ha cobrado distintos proyectos con distintos sellos franceses, como la editorial L'Harmattan, con la colección Lettres canariennes, que cuenta con títulos como Les Spirites de Telde, de L. León Barreto; Mon Héritage, Alma mon amour. de Sabas Martín; Moby Dick aux Canaries, de Rosario Valcárcel, Olympe de Gouges, de Isabel Medina; y Julia y la guillotina de Jonathan Allen. En otra editorial, Le Soupirail, una editorial más reciente, "más elitista", según Durand, se ha publicado en francés Las inquietudes del Hall, de Alonso Quesada; y Mararía, de Rafael Arozarena.

Es voluntad de ambos llevar al francés otras obras de Alonso Quesada como El lino de los sueños.