El Museo de Bellas Artes de Gran Canaria tiene el camino despejado. Al menos, existe la voluntad política de asumir esta infraestructura que emergerá en la superficie sin rehabilitar del antiguo Hospital San Martín, unos 9.418 metros cuadrados. Este monumental proyecto se erige como el gran contenedor de las más de 3.000 obras que pertenecen al Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y Casa de Colón, además de otras de los fondos del Cabildo, instituciones públicas y privadas que se presten a dotar de contenidos a la futura pinacoteca.

El CAAM tiene unas 2.500 obras en distintos formatos que conforman una colección que se ha ido armando desde su creación en 1989. "El CAAM ha ido consttruyendo su colección y no puede imitar a un Museo de Arte Contemporáneo, y entre los fondos se encuentra el conjunto más importante de las vanguardias", explica Orlando Britto, director del museo de la calle Los Balcones. "El centro no ha dejado de revisar sus fondos para numerosos proyectos expositivos pero no de forma permanente y lo continuaremos haciendo, y en el Museo de Bellas Artes se puede dar visibilidad al relato del siglo XX en Canarias", asegura.

Entre los tesoros del CAAM vinculados a Canarias cabe destacar piezas excepcionales de Manolo Millares, Jorge Oramas, Martín Chirino, Óscar Domínguez, Juan Hidalgo o Juan Ismael, además de una poblada nómina de creadores contemporáneos de las Islas, nacionales e internacionales.

Orlando Britto asegura que el proyecto de Museo de Bellas Artes es "la dotación que le falta a la Isla, va a ser el complemento a la dotación cultural que existe en la ciudad. Y es fundamental desde una perspectiva moderna, con una dinámica de selección del siglo XX y que sea un centro de investigación y abierto a la nueva creación". En su opinión, "se puede hablar de un proyecto que dé cabida desde el arte prehispánico hasta el siglo XXI", una vez que se decida el proyecto museístico, se dote al futuro centro de un nuevo equipo de dirección y distintos profesionales en las áreas que precisa el espacio y contenidos, con una convocatoria pública conforme a un programa artístico aún en gestación.

Del XVI al XX

En la Casa de Colón se aloja un fondo de unas 4.200 piezas, de las que1.000 son cuadros, entre tablas flamencas, pintura barroca, neoclásica o romántica, que se han ido incorporando a su colección desde 1951. Se trata de piezas fechadas entre los siglos XVI y principios del XX, con abundante pintura española y canaria. De todos ellos y por razones de espacio, se exhiben unas 70 aproximadas en la exposición permanente del centro, y que van rotando. Además, la Casa de Colón mantiene un convenio de colaboración con el Museo del Prado que permite la cesión temporal de obras en depósito.

La dirección del museo americanista declinó el pasado lunes entrar a valorar la decisión del Cabildo de activar el proyecto de Museo de Bellas Artes, si bien la responsable del centro, Elena Acosta, reconocía a este periódico a primeros de septiembre pasado, que "la Casa de Colón aloja los fondos públicos más importantes de Gran Canaria desde el punto de vista artístico, y una forma de darles salida es con el proyecto de Museo de Bellas Artes junto con los fondos de arte moderno del CAAM".

La demanda histórica que esgrime el Cabildo de Gran Canaria para ejecutar el Museo de Bellas Artes tiene una previsión económica de 20 de millones de euros, tal como avanzó el consejero insular de Cultura y Patrimonio, Carlos Ruiz, en el pleno ordinario que celebró la corporación el pasado viernes. Una moción del grupo popular, aprobada por unanimidad, fue la que activó la hoja de ruta del anterior grupo de gobierno, también del PP con Larry Álvarez al frente de Cultura y Patrimonio, iniciada en 2014 sobre los nuevos usos de la parte de San Martín sin rehabilitar. El Museo de Bellas Artes tiene ya un proyecto ganador del concurso de ideas entre casi una treintena de toda España, obra de Linazasoro&Sánchez Arquitectura, Felipe Gago y Christian Perazzone, que fijaba una ficha económica de 12 millones de euros. Está por ver si será el que se ejecute, toda vez que el Cabildo ha pedido que el Servicio de Patrimonio valore si la intervención se ajusta a la protección del antiguo Hospital.

A este respecto, el citado proyecto se apoya en la parte sin rehabilitar y que fue objeto de modificaciones entre los siglos XVIII y XX, y apuesta por conservar la primera crujía de la ampliación del inmueble, de salas dispuestas en hileras, dos patios y la casa que se ubica en la parte oeste del centro. El resto de la estructura es prescindible. Para ello, se postula "construir un nuevo cajón de hormigón para las actividades expositivas", con espacios diáfanos y distribuidos en cuatro plantas: los depósitos irán en el sótano, la primera y segunda para la colección permanente, y la otra destinada a las muestras temporales y salón de actos.

De momento, y sin que el consejero Carlos Ruiz haya querido abundar en más detalles sobre lo aprobado el pasado viernes, la pinacoteca tiene condición de "proyecto estratégico y prioritario" con una primera inversión de 1,5 millones de euros en 2017, y a expensas de que se puedan gestionar fondos europeos para el entorno de Vegueta y Triana, y que puedan destinarse al Museo.