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arte

Un homenaje a Clara Muñoz

El CAAM da a conocer el método de trabajo de la historiadora y crítica de arte a través de una exposición de los artistas que formaron parte de su trayectoria

La instalación 'La fábrica de corazones', de Pura Márquez y Néstor Torrens. LA PROVINCIA/DLP

Desde el pasado Jueves 27 de octubre y hasta el día 8 de enero podemos visitar en la segunda planta del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) una muestra homenaje a la historiadora y crítica de arte Clara Muñoz coordinada por Cristina Déniz.

El estrecho vínculo que tenía Clara con el CAAM se remonta a los orígenes de este centro de arte. Colaboradora habitual en la Revista Atlántica, trabajó estrechamente primero con Antonio y luego con Octavio Zaya. La labor realizada por Clara Muñoz no se limitaba únicamente a escribir sobre una obra ya terminada. Su metodología de trabajo se desarrollaba durante todo el proceso creativo a través de una continua dialéctica con los creadores, lo que le llevó a conocer en profundidad los planteamientos ideológicos e intelectuales empleados en el proceso creativo. Recordemos algunas de sus exposiciones: El espacio del Artista, Uno es siempre dos, Millares de Excusas, La ciudad que vino del tiempo, Pieles, El crecimiento de las ciudades, Abstract realities. Su huella como delegada en la dos primeras Bienales de Arte y la brillante trayectoria que llevó al frente de la sala de Exposiciones del Gabinete Literario donde impulsó la difusión de la arquitectura o la participación como comisaria en la Bienales de Dakar, permanecerán siempre en nuestro recuerdo.

Cada artista convocado para esta muestra ha presentado una obra que de alguna manera se encuentra vinculada con Clara. En algunos casos la obra se relaciona con el hecho de su prematuro fallecimiento. Otros trabajos se corresponden con ese debate permanente entre crítico y artista que ahora se ha interrumpido. Ahora vemos que en el trasfondo de su labor había una intención mucho más profunda que la de realizar una mera crítica del arte. Lo que hizo que su trabajo tuviera un cariz excepcional fue la de relacionar, establecer correspondencias y conexiones entre la creación de diferentes artistas como respuesta a un momento de profunda heterogeneidad en el arte.

Catorce artistas, dos diseñadores gráficos y una compositora de música electroacústica, esta última fuera de programa, presentan obras en diferentes formatos y técnicas: fotografía, instalaciones, murales, esculturas, vídeocreación, dibujos, música electroacústia. Ello nos lleva a pensar que el artista contemporáneo es, sobre todo un francotirador dispuesto a expresar libremente su relación con el mundo y con el pensamiento. Es esta la razón fundamental por la que el proyecto de Clara ha sido fundamental para cohesionar y relatar un período de casi tres décadas de la historia del arte experimental y la arquitectura que se ha realizado en Canarias.

La influencia de Juan Hidalgo (Las Palmas de G.C. 1927) en los creadores que han optado por un arte experimental ha tenido tal relevancia en Canarias que Clara nunca dejó de seguirle la pista. La admiración que sentía por él se convirtió también en amor. Piano canario irregular, integrante de una serie de objetos-piano nos habla del poder de los objetos descontextualizados para establecer nuevas relaciones y nuevos significados. Junto a esta pieza se encuentra una foto de otro piano, el que Juan dedicó a Clara en la exposición Dos amigos que se inauguró en la Galería Saro León el pasado mes de abril: Los amores de Clara. Una magnífica pieza en la que el artista vincula la forma del piano con la bandera republicana y la de Gran Canaria. La caja de un piano adquiere su forma como envolvente de la progresiva relación proporcional de las cuerdas que guarda en su interior y de estas con los sonidos. Las cintas que Juan Hidalgo coloca encima para representar las banderas cubren ese mismo perímetro, por lo que se vinculan también con la música y los sonidos. Música, escultura, instalación, performance y política confluyeron ese día en una única pieza interdisciplinar creada de forma magistral como muestra de cariño de este magnífico artista a su gran amiga Clara. Realizada tras su manifestado retiro como creador, creo que podría ser ésta su última obra.

La pieza presentada por José Ruiz (Las Palmas de G.C. 1968), The wedding es uno de esos nuevos trabajos realizados para esta ocasión. Relacionada con el arte japonés kintsugi, técnica destinada a recomponer lo destruido con laca de oro para transformar lo roto en algo que adquiere un nuevo valor. Los antecedentes de esta pieza se remontan a la boda de Juan Hidalgo y Carlos Astiárrga. En ella se presentaron Jose y Clara casualmente con trajes chinos de seda negra con sendos bordados dorados. Estas vestimentas son presentadas en la sala expositiva en las paredes que configuran una esquina de la sala. Hilos dorados van de un traje a otro de forma que el espacio que hay entre ellos cobra vital importancia. En palabras de José Ruiz, la significación que adquiere es la "eterna unión de dos individuos, personificando se ausencia en los trajes, la unión simbólica de ambos géneros o la fusión entre cuerpo y paisaje". Todo ello como una forma de "repara los vínculos lastimados y el corazón maltrecho".

La artista checo-alemana Hildegard Hahn incorpora a la exposición una pieza cargada de tristeza People in darkness, 2011-2016. En una pequeña dispone en las paredes una serie de dibujos. Apenas pueden verse porque la oscuridad invade el recinto. Un aparto proyecta una tenue luz sobre una de las paredes pintadas de negro. Con ello manifiesta el desasosiego que ella siente al no estar Clara. Hildegard se expresa así: "La vida es en sí un espacio oscuro que demanda nuestra participación activa. Hemos tenido la suerte de disponer de la lucidez de alguien como Clara, la gran defensora del arte contemporáneo en Canarias ya que "iluminó" nuestro camino.

Pura Márquez (Arrecife, 1955) y Néstor Torrens (La Orotava 1954) han realizado una instalación con la que expresan el profundo amor y dolor por Clara y lo que ha representado para ellos: La fábrica de corazones. Realizado con pencas de tuneras de costa o salvaje y "mucho corazón" Equiparan el sentir por esta intelectual del arte con una plantación de corazones de picas y picos. El amor que ella puso en toda su labor y el que despertó en estos artistas se contrapone con el dolor sentido por su pérdida. "Corazones troquelados. Corazones huecos. Corazones que duelen. Corazones perdidos". Dicen de Clara que era "razón y corazón. Reina de corazones. Corazón brillante. Corazón lúcido. As de corazones"? "Clara Corazón".

Otra obra realizada expresamente para esta muestra fue la presentada por el equipo PSJM (Pablo San José. Mieres, 1969 y Cynthia Viera. Las Palmas de G.C. 1973) Currículum vitae de Clara Muñoz. Publicaciones y exposiciones 1996-2016. Un mural que se aproxima a la abstracción es el resultado de un diagrama estadístico que recoge los datos de las publicaciones y exposiciones realizadas por Clara durante casi dos décadas. PSJM emplean un procedimiento ya utilizado en la serie Geometría social que llevaron a la exposición de la que Muñoz fue comisaria en una galería de Berlín. Conocedores de la predilección que Clara tenía por esta metodología y el resultado plástico obtenido, ha hecho uso de ello para hablar de su labor como crítica en este homenaje. Los colores escogidos para el gráfico son los colores de la bandera republicana.

Las palabras de Clara es el resultado de una colaboración con Sergio Brito (Caracas, 1962), Juan Espino (Las Palmas de G. C. 1959). Las palabras tienen la cualidad poder asociar forma, sonido y significado. Es por ello que su naturaleza se relaciona con la materia líquida. De esta forma los significantes se unen como las gotas para formar nuevos significados. Esto es lo que subyace en el sentido y sobre todo en el efecto de unas palabras que sueñan con ser nombradas. Un mural de 11 metros alberga láminas de plástico en las que frases seleccionadas de los textos de Clara y de los títulos de sus exposiciones aparecen y desaparecen según se sitúa el espectador. La identidad, la ironía en el arte, la importancia del contexto en la obra de arte o los espacios artísticos interdisciplinares son algunas de las temáticas tratadas.

La obra que presenta Karina Beltrán (Santa Cruz de Tenerife, 1968) Ofrenda, 2016 nos habla de la memoria como un mapa de huellas, de rastros que perduran. La artista tinerfeña considera que son las emociones y no las palabras las que llegan a lo más hondo del conocimiento, de la percepción. Mediante un mosaico de fotografías y láminas manifiesta la importancia de los instantes. Estos que quedan registrados en nuestra memoria como una secuencia de imágenes: copos de nieve, reflejos de luz, flores, un charco de agua en el suelo después de la lluvia, garabatos en la pared, acuarela, Todo ello se presentan como esos rastros que perduran, las marcas que se adhieren a la piel y nos construyen.

El interés de Clara por la obra de Guenda Herrera (Las Palmas de G.C. 1960), Sin título, se remonta al 2008, momento en el que vio una obra suya en la que una piedra había sido delicadamente envuelta en vendas. Trabajó con ella en la exposición Pieles y posteriormente Clara la invitó para que participara en la galería del Gabinete Literario. En esta ocasión Guenda presentó una serie de magníficos trabajos bajo el título Cáscaras. La artista presenta en esta ocasión sobre un estante de madera aquellos primorosos dibujos preliminares entre los cuales se escudriñaba con Clara para configurar el sentido de esa exposición.

Teresa Arozena (Santa Cruz de Tenerife, 1973) nos dice que "desarrolla su trabajo en un terreno en el que el medio fotográfico es, en relación con lo fenoménico, una herramienta de conocimiento". Sutura, 2016 trata de la "captación del otro". Su obra, situada dentro de las denominadas "prácticas post-documentales" trata de hallar en la imagen fotográfica una deriva alegórica. Su "secuencia desmontada" de la realidad se presenta como una instalación fotográfica. Nos dice la artista: "La nueva relación entre las imágenes y el encuentro Naturaleza-Cultura funciona como tema de fondo y detonante de posibles lecturas".

Recuerdo que Clara me llamó un día. Había visto la exposición que Adrián Alemán (La Laguna 1963) había inaugurado en San Antonio Abad: Socius 2010. Le había impresionado muy favorablemente. Fotografías de gran formato ocupaban las salas. En ellas se recogían a distintas horas del día imágenes de un mismo punto. Se trataba de la Fosa de San Andrés en Tenerife, lugar que alberga los cuerpos de cientos de desaparecidos ejecutados durante la Guerra Civil Española. Las fotos transmitían sobre todo melancolía. La misma sensación que yo tenía desde que se le detectó la enfermedad a Clara. Compramos una de esas fotos. En ella dos barcos navegan al atardecer sobre el abismo del océano. La foto que presenta Adrián en la exposición es la de un barco que navega solitario en plena noche. Barcos que sobre el abismo que parecen féretros.

Un volumen de madera en el que Juan Carlos Batista (Teguise,1960) ha tallado dos árboles idénticos se encuentra situado a la entrada de una de las salas. Clonados II, 2005 es una de esas piezas en la que el espectador se recrea al verla. Minuciosamente realizada nos conduce a un absurdo. El prisma resultante de la tala de un árbol es el producto industrial derivado de un organismo tan complejo como es un vegetal. El artista lo talla y el resultado de todo ese proceso son dos árboles idénticos. La obra nos transporta a una realidad onírica y la pieza se aproxima al surrealismo más absurdo. Nos dice el artista: "El intento de representar lo absurdo de este laborioso cometido lo asociaba a los excesos tecnológicos e inútiles dirigidos al bienestar del individuo".

Conocí a Jara Alonso (León, 1990) después de haber ganado el Primer Concurso Musical Martín Chirino para obra Herramienta poética e inútil. 1956/7. Estuve en el jurado y la obra presentada me pareció magnífica. Le planteé la posibilidad de que compusiera una pieza en honor a Clara para interpretarla el día de la inauguración del homenaje. Aceptó inmediatamente pero tenía que hablarle de Clara primero. La composición fue interpretada por primera vez el mismo día 27 de octubre a las 22 h. fue una pieza exquisita que hizo las delicias de todos los asistentes que conocían la predilección de Clara por el arte experimental. La obra había captado la tensión que provoca la ausencia, largas notas eran interrumpidas por ruidos electroacústicos y todo ello acompañado por los sugerentes movimientos de la compositora frente a los aparatos que había llevado. Fueron 8 minutos en los que pudimos oír una obra compuesta con sensibilidad y exquisitez.

Un vídeo acompaña la exposición. Se trata de un documento de un gran valor porque recoge las opiniones sobre Clara Muñoz de artistas, arquitectos y familiares allegados. El vídeo se complementa con cada exposición dedicada a su memoria. Comienza con Dos amigos en la Galería Saro León, que recoge momentos de la creación de la pieza Los amores de Clara en cuyo piano Juan Hidalgo interpreta la obra de John Cage 4´ 33´´ y concluye con la opiniones de artistas y arquitectos participantes en la exposición homenaje que se hizo en la Sala de Exposiciones de la ULPG. En este mismo vídeo se plantea mantener vivo el legado de esta crítica a través de Clara Muñoz Project. Se trata de una marca destinada a proponer y apoyar proyectos de Arte Experimental desarrollados en Canarias. Los creadores que han editado este vídeo son Alex Veló (Las Palmas de G.C, 1979) y Lola Hidalgo (Las Palmas de G.C. 1968) que han creado la marca y desarrollado el diseño gráfico para la muestra.

Desde que en el mes de enero, el Circulo de Bellas Artes de Tenerife hizo el primer homenaje a Clara Muñoz, creo que pocas veces hemos asistido a una concatenación de reconocimientos a una persona del mundo del arte como la que se ha hecho a Clara Muñoz. Quiero recordar el sentido y magnífico texto redactado en LA PROVINCIA por Javier Durán en su honor titulado Tienes que volver en la que expresa su ausencia como una forma de perdida de la orientación en un momento de incertidumbre. Parafraseemos a Guy Debord y ahora que ya Clara no está entre nosotros, muchos tenemos la sensación de que el campo de batalla nunca estuvo tan vacío.

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