"Pero no sé / pese al aliento de estas vigas / sobre las brasas del hogar / qué frío", escribió el poeta Eugenio Padorno en la primera edición de Poesía canaria última, antología poética de la gran generación de la lírica canaria en los 60, que vio la luz en los Talleres Gráficos de Pedro Lezcano el 15 de diciembre de 1966. Este año se cumple medio siglo desde que aquella docena de poetas, unida por la amistad y una mirada poética común, inscribiese sus primeros versos en este manifiesto histórico, que la editorial Mercurio rescata en una nueva edición facsímil.

La presentación de esta nueva entrega ayer, en la sede de la Fundación Martín Chirino, reunió en un emotivo acto a muchos de sus autores, quienes, con una prolífica trayectoria literaria y poética a sus espaldas, reflexionan sobre el pulso de la poesía actual, de sus nuevos retos y peligros y, sobre todo, de su poder de influencia frente al frío que atraviesa la cultura, en Canarias y en el mundo, pese al aliento de aquellos poemas.

"Este reencuentro, 50 años después, supone que seguimos vivos; no en el sentido físico, porque algunos poetas de Poesía canaria última ya han fallecido, sino en el sentido de que el grupo se mantiene cohesionado y, aunque cada uno tiene su voz y su estilo, el contacto no se ha perdido", manifestó ayer el poeta y crítico literario Jorge Rodríguez Padrón. "Creo que eso es lo más valioso: que se siga hablando de esto nos mantiene en ebullición". Le secunda Padorno: "Poesía canaria última simboliza la afinidad entre esa docena de poetas y su continuidad, aunque hayamos tenido una concepción distinta del poema en sí, etcétera, etcétera".

Y medio siglo después, los poetas de Poesía canaria última, "quienes nacimos de esa matriz", en palabras de Rodríguez Padrón, "no hemos renegado de eso ni hemos rechazado la condición de que en aquel momento tuviéramos la necesidad de decir algunas cosas como últimos", añade el crítico.

Por su parte, Padorno destaca que "naturalmente, la vida ha ampliado nuestra visión y conocimiento de las cosas. Todos seguimos conservando, inevitablemente, nuestra mismidad, pero la forma de expresión y el estilo ha cambiado". En este sentido, el poeta Lázaro Santana revela que "yo aún encuentro en Poesía canaria última algunos de mis poemas favoritos". "Pero nunca hemos vivido de la herencia. Poesía canaria última fue una fortuna hecha por cada uno, que ahí queda recogida, pero cada uno ha forjado su propia voz".

En este punto, Padorno abre el primer interrogante: "Tal vez lo que más me preocupa a día de hoy sea la muerte de la poesía". Ante la certidumbre de que la poesía sigue perteneciendo a la "inmensa minoría", Rodríguez Padrón sostiene que "la perspectiva es cómo reacciona uno ante los cambios y retos que te plantea la historia en la forma de la escritura". "Ahora entramos en un momento en el que lo que nos preocupa es cómo proyectar de aquí en adelante lo que hasta ahora hemos conseguido frente a lo que nos encontramos alrededor". "¿Qué podemos nosotros aportar a la poesía que se está haciendo o cómo podemos incluirnos en ese camino?", cuestiona.

"¿Y ha existido la poesía canaria para los políticos canarios?", reconduce Padorno. "Jamás he visto a un político canario que haya cogido la línea de un poema o una novela de un autor canario y lo haya incorporado a su discurso públicamente. Y eso es indicio de algo", señala.

Por su parte, Lázaro Santana subraya que "la poesía siempre ha sido minoritaria". "Y creo que a los políticos canarios, como a los políticos en general, sólo les interesa el poder. Además, tenemos muchos ejemplos de que, cuando un partido político llega al poder en una institución, al más tonto o incompetente lo ponen en el área de cultura. El divorcio entre política y cultura viene de muy atrás, no sólo en Canarias, sino en el resto del mundo", sentencia el poeta.

En este sentido, Santana parafrasea al poeta británico John Keats, que decía que "los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo". "La poesía ejerce una influencia totalmente subterránea, que va aflorando aquí y allá de distintas maneras. Pero tal vez en el presente no tenga ninguna influencia, como sí la tuvo la poesía social bajo un Régimen que perseguía a los poetas, porque sus escritos eran manifestaciones políticas".

A esto, Rodríguez Padrón concluye que "la poesía, si algo puede aportar a este nivel, sería que es la forma literaria que más se resiste a las formas establecidas del lenguaje". "Entonces, como el discurso público es cada día más estrecho, más limitado, condensado en un titular o un eslogan repetido mil veces, la poesía sigue siendo fundamental", afirma, "porque lucha o debe luchar contra eso permanentemente". "Mucha poesía de hoy está entrando en ese juego del lenguaje dado, que no mantiene la distancia suficiente para ir creando lenguaje y para ir haciendo que el lenguaje se enriquezca, que es la esencia primera de la poesía", afirma, con la complicidad de sus coetáneos, aliento de la poesía canaria última que se extiende hasta hoy.