"Si entiendo cómo vivieron los anteriores a mí, quizás entienda mi lugar en el mundo", afirma Luz Gabás, la escritora oscense de Palmeras en la nieve -libro que fue llevada al cine por Fernando González Molina, y se rodó mayormente en Gran Canaria- , quien vuelve de nuevo su mirada al pasado en su novela Como fuego en el hielo. "Prefiero este remedo de sensación de libertad que la de hace cien años aquí mismo, en este valle, con las vidas duras, atadas y sujetas que tenían", relata Gabás (Monzón, Huesca, 1968) en una conversación que mantuvo con periodistas en Benasque, uno de los lugares donde se desarrolla esta historia de amor.

Y recuerda las palabras de Víctor Hugo, autor que ha utilizado para la documentación de su novela ambientada en el siglo XIX: "¿Qué es un río sin su fuente?, ¿qué es un pueblo sin su pasado?". Para la filóloga y profesora, Como fuego en el hielo pretende mostrar "la contención y el tapar tus verdaderos sentimientos bajo capas de hielo, mientras que el fuego está pugnando por salir".

"Se trata de un contraste entre lo que yo deseo y la pasión que llevo dentro pero que no puede salir", ilustra Gabás, quien describe su nueva enrega como una historia "muy ardiente en un contexto que se presupone frío, como es la alta montaña".

Un relato romántico que se desarrolla en los dos extremos de la frontera pirenaica: del lado francés, en las villas termales de Cauterets y Bagnères de Luchón, y de la parte española, en Benasque, nombrado como Albort en la novela para crear distancia en el relato de la escritora, que habita en el valle oscense.