Rusia ha decidido lanzar su propia saga cinematográfica inspirándose en Marvel, Los defensores, en la que cuatro superhéroes creados genéticamente por científicos soviéticos salvan al mundo de su completa destrucción.

"¿Y si vuelve a pasar algo? Entonces, usted nos encontrará", dice uno de los protagonistas, Arsus, al final de la película estrenada esta semana. Esa frase, que recuerda a la que pronuncia Furia (Samuel Jackson) al final de la primera entrega de Los vengadores (2012), es solo una de las muchas similitudes entre ambas superproducciones. Entre otros proyectos, Marvel lanzó en 1971 Los defensores, que incluía a Hulk, al Doctor Extraño, Namor y Estela Plateada, idea de la que se nutre la primera incursión rusa en el mundo de los superhéroes. Los defensores (Zashítniki) es fiel al género, en lo que se refiere a la lucha del bien contra el mal y la existencia de una organización secreta que quiere controlar a la humanidad, que en este caso se llama Patriot. Por suerte se interpondrán en su camino cuatro superhéroes, que tienen cuentas pendientes con Patriot desde que esa organización les creara durante experimentos genéticos secretos en tiempos de la Guerra Fría. Según explicó el director, Sarik Andreasián, esos personajes fueron creados con la vista puesta en los diferentes pueblos que integraban la antigua Unión Soviética.

"No copiamos a Hollywood. Hemos creado nuestra propia mitología basándonos en nuestro código histórico y cultural. En nuestro caso, se trata del pasado soviético de millones de personas", explica el director. Por ejemplo, Arsus, que se transforma en un oso y es la fuerza bruta personificada, representa a Rusia; mientras Han, que es más rápido que el viento y un experto en el uso de la espada, procede de las estepas de Kazajistán.