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Crítica Lizzies

Las guardianas del heavy metal

Hacía tiempo que no se veía en España un grupo tan fiel a las raíces del heavy metal como las Lizzies. Acostumbrados a un género que se ha ido ramificando en subestilos cada vez más descabellados, el cuarteto de chicas madrileño recuperaron con su primer disco Good lock la esencia de un estilo que corre el peligro de terminar tan contaminado como irreconocible, pero que en España hemos tenido a grandes representantes como Obús o Barón Rojo. Pero es que, además, su puesta en escena es realmente arrebatadora.

Acompañados para la ocasión por un nuevo batería, llamado Daniel Vera, y en el marco del Womans Film and Music Festival, el grupo ofreció una tralla sónica de lo más estimulante en The Paper Club en la que cada uno de los componentes aporta una personalidad y un carisma escénico. Así, la cantante Elena Pérez se desenvolvía con la misma soltura que la Kelly Johnson de las Girlschool, con continuos diálogos a la audiencia y presentando todas las canciones casi al modo de un pequeño teatro musical. Tanto el batería como la bajista, Marina Di Guida, mostraron su dominio instrumental con una sección rítmica de batalla, incombustible, desde el primero hasta el último tema, que propiciaron esa atmósfera de alto voltaje que predominó durante toda la noche. Pero lo mejor era ver cómo la guitarrista, Patricia Rodríguez, exhibía su total control y versatilidad con las seis cuerdas, en ritmos y solos deudores de los mejores momentos de bandas como Judas Priest, Iron Maiden o Motorhead. Sus frenéticos y espontáneos movimientos sobre las tablas resultaban todo un espectáculo debido a su frágil aspecto y su encantadora actitud.

Lo cierto es que el cuarteto revivió la época de esplendor de esta música en los ochenta. Canciones como 666 Miles, Phoenix o Mirror Maesa fueron momentos arrebatadores y llenos de energía. Pero habría que destacar principalmente dos canciones. La primera, Night in Tokyo, con su atmósfera media onírica. Y la segunda, Viper, un tema perfecto que las puede llevar a alcanzar el éxito internacional. Una primera visita a las Islas que cubrió las buenas expectativas que transmite su debut discográfico.

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