Es La hija del regimiento una partitura que exige bastante a los cantantes. Una disciplina que no solo implica a los primeros roles, sino a todo el equipo artístico, tal como enfatizó ayer el tenor mexicano Javier Camarena. "La exigencia es para cualquiera, para todo el elenco", puntualizaba el tenor tras escuchar a Ulises Jaén glosar la complejidad del rol de Marie que interpreta Jessica Pratt.

Según Camarena, "no estamos en el tiempo en el que la ópera ser llegar y cantar quieto en el escenario; en la ópera hoy en día, los cantantes nos vemos en la necesidad de estar más involucrados en el personaje, y no hay que olvidar que esta es una ópera bufa".

La dirección musical y escénic a de La hija del regimiento tiene al frente a Miguel Ortega y Alfonso Romero. Una partitura que "entronca con la opereta" y que a juicio de Ortega es "un soplo de aire fresco", ya que "bajo su aparente sencillez tiene una dificultad en la pirotecnia de las voces, y en la línea de canto". La dinámica escénica afecta incluso al Coro de la Ópera, que "tiene mucho trabajo" en esta producción.

La escenografía es obra de Alfonso Romero, que ha trabajado en varias ocasiones con Ortega. En esta lectura de La hija del regimiento ha cambiado el marco de la acción, prescindiendo de las guerras napoleónicas en favor de la II Guerra Mundial, a la vez que romper con el estereotipo femenino asociado al rol de Marie, que defiende Jessica Prat.

"Quería que Marie tuviera mucha fuerza en la producción, no como cantinera sino como mecánica, una mujerde gran feminidad", detalló el director escénico. Un personaje dotado de "cierto erotismo que contrasta con la candidez o la inocencia de Tonio". Según Alfonso Romero, que suma su tercera Temporada con ACO, la representación de esta ópera en francés pressenta una dificultad añadidad en los diálogos, que se ha resuelto sin restar dinamismo a la acción.