Para entender, de manera sencilla y entretenida, qué es la poesía, la fábula y el cuento, y para descubrir el inmenso legado que nos han dejado los autores grancanarios, nada mejor que asistir a un espectáculo teatral realizado por, nada menos, que Profetas de Mueble Bar.

Así se pudo comprobar ayer, en el auditorio Alfredo Kraus, al que acudieron más de 1.600 niños grancanarios en un nuevo proyecto de la compañía Teatro Alegre. Los alumnos de los colegios San Miguel Arcángel, Villa de Firgas y Profeta Francisco Tarajano fueron los afortunados espectadores que pudieron disfrutar del montaje El maravilloso tesoro escondido de las Islas: sus grandes autores. A través de esta obra, los jovencísimo espectadores pudieron gritar, reír y saltar con los autores canarios más reconocidos e interactuar además con lo que pasaba en el escenario.

Juan Ramón Pérez como Claudio Frutos, Fernando Navas como Expósito Chimeneas y Carmelo Alcántara como Don Polito van saliendo poco a poco al escenario y saludando a los invitados. Los tres son especialistas en literatura, y van descifrando algunas claves para descubrir ese gran tesoro que son los mensajes literarios. Como en un circo, en el que a los payasos les ocurre todo tipo de incidencias, los tres actores van aprovechando esos instantes para ir ofreciendo de forma sutil una serie de pautas muy claras y directas de lo que son los géneros literarios antes de entrar de lleno por las representaciones. Así, y casi por arte magia, surge el primer poema que escenifican con el Romance de Nemoroso, incluido en el libro I de la celebérrima obra Las Rosas de Hércules de Tomás Morales y donde se cuenta una historia de amor bucólico entre una doncella y un aldeano. La acertada vis cómica de Alcántara en el papel de doncella y sus continuos y excéntricos gestos y muecas arrancaron más de una carcajada entre los presentes.

A continuación, los clowns representan Los dos frailes, de Agustina González no sin antes hacer una reivindicación del genio femenino en la historia literaria de las Islas por parte de Fernando Navas. La sencillez del cuento y el desenlace final con el cambio de roles entre el fraile listo y el fraile tonto, también fue muy aplaudido. Aún así, la sorpresa llegaría, sin embargo, con la fábula Los dos conejos, de Tomás de Iriarte, en donde parte del escenario se transforma en un teatro de guiñol y donde los dos anteriores animales sufren la inesperada visita de un depredador que los acosa. Todo acaba con la sensacional moraleja de que perder el tiempo en lo superfluo nos hace descuidar de lo verdaderamente importante. Pero lo mejor fue el maravilloso cuento La conjuración de las palabras de Benito Pérez Galdós. Previamente, los actores avisaron a los presentes que iban a cambiar de tercio para deslizarse por los géneros de la prosa y el cuento. Aquí, los artículos, los sustantivos, los adjetivos, y los verbos, se transforman en auténticos ejércitos que luchan contra el empobrecimiento del lenguaje. Fue el pasaje más divertido de todos ya que los niños jugaban un papel tan importante como los propios actores.

Un detalle digno de destacar fue la elección de la sala de cámara para este tipo de representaciones ya que resulta mucho más adecuada y acogedora para el público infantil ya que les permite seguir de una manera estrecha el desarrollo de la función. Y un ejemplo de la tremenda respuesta que produjo fue que, tras la finalización, todos eran comentarios positivos por parte de todos los pequeños. Así, un grupo de alumnos del colegio Poeta Francisco Tarajano de La Herradura opinaron abiertamente sobre el montaje. Daida, Disela, Yamiley, de primer curso, reconocía que lo mejor había sido la historia Galdós no solo por como lo interpretaron sino por el espectacular vestuario. Por su parte, a Kiova, Santiago y Kevin les gustó mucho que le hablaran de autores canarios. Mientras que Marcos e Iker, de segundo curso, reconocían que les entusiasmaba este tipo de teatro ya que lo que más les gusta es interactuar con sus opiniones, aunque sea gritando, y poder reírse y moverse, pero sobre todo que no tienen por qué estar continuamente en silencio. Los que no lo hayan visto todavía tienen la oportunidad de asistir a las funciones familiares el sábado 29 de abril, a las 17.00 horas y el domingo, 30 de abril, a las 12.00.