El realizador italiano Gennaro Nunziante crea una comedia satírica contra el funcionariado con Un italiano en Noruega, protagonizada por un trabajador de una administración provincial que vive la cómoda rutina de expedir licencias de caza y pesca. Antes que aceptar una indemnización y buscar otro trabajo, el funcionario acepta varios traslados a regiones remotas de Italia y finalmente se aviene incluso a trasladarse a Noruega para trabajar como guardián de una estación científica italiana en el Polo Norte.