El poderoso universo sonoro y visual de Jean-Michel Jarre, el rey de la electrónica, conquistó anoche el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. El público congregado, formado por cerca de 6.000 personas, se sumergió durante dos horas en The connection concert, el espectáculo inaugural del Año Santo Lebaniego. Jean-Michel Jarre, que no recalaba en España desde el verano pasado, desplegó todo su universo futurista sobre el escenario, que abrió con las proyecciones de ilustraciones de los Comentarios al Apocalipsis del Beato. Su espectáculo no solo inundó el monasterio, sino que en los muros del antiguo templo cántabro en el que actuaba y en el cielo de Potes también se apreció su magia con las imágenes creadas con láser y que, por momentos, se mezclaban con la luz de las estrellas de una noche sin nubes. El mítico artista, que lleva más de 40 de sus 62 años en la música, según informa Efe, brindó a sus seguidores en el tramo final del concierto algunos de los temas con los que hizo historia como Oxygene 4, The time machine o Equinoxe 4.