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Discos

Desde Úbeda hasta el Misisipi

Guadalupe Plata publica un cuarto trabajo en el que vuelve a actualizar el rock primigenio con elementos del blues, el punk, el western y el psychobilly

Guadalupe Plata en directo. LP / DLP

Lo mejor que se puede decir de Guadalupe Plata es que se mantiene fiel a los mismos principios con los que comenzaron en 2011 El cuarto trabajo largo de la banda de Úbeda es otra contundente mezcla de blues pantanoso con ramalazos punk y psychobilly que hará las delicias de los amantes de bandas norteamericanas como The Cramps, The Moodists y similares. Pero también enlazan con un estilo que en nuestro país ha tenido muy dignos representantes en el pasado como los magníficos Desechables.

Aunque más elaborado que en anteriores ocasiones, y con algunos momentos mucho más experimentales, este nuevo trabajo transmite ese espíritu de espontaneidad y fluidez de toda su carrera. Y como siempre, el disco no tiene título. Si embargo, la ilustración de la portada, dibujada por el propio cantante, Pedro de Dios, hace referencia a una de las canciones, Perro de vieja, que muestran el talante entre crítico, oscuro y, a su vez, burlón de la formación andaluza en sus letras. Un diseño que alude también a una sangrienta historia que incluye a modo de libreto interior. Un trío de guitarra, bajo y batería que, en realidad, y más allá de cualquier etiqueta, lo que consigue es regresar a la esencia misma del rymth and blues, aunque con un tono inquietante heredado de las tradiciones populares del sur de España. Dicho de otro modo, rock auténtico bajo un prisma de la España cañí. Sea como fuera, el disco es otro decálogo que actualiza una serie de referencias que el grupo ya dejó bien claras con el disco compartido con Walter Daniels en el cual realizaban versiones de Suicide, Houng Dog Taylor, Gun Club y Frankie Lee Sims.

El primer tema, Qué he sacado con quererte, es una versión irreconocible del tema de Violeta Parra que en manos del grupo de Úbeda adquiere las mismas cadencias góticas del primer Corcobado.

Miedo es otra fenomenal oda al grupo de Poison Ivy y Lux Interior con el hechizo del sonido clásicos del Misisipi siempre en un primer plano. Su capacidad para crear atmósferas envolventes a través de los medios tiempos surgen de forma extraordinaria en Tan solo. Y el espagueti western, con enlaces a Ennio Morricone, también está presente en Navajazo. El disco concluye con ese austero homenaje a Almería en otro trabajo en el que Pedro de Dios, acompañado por el batería Carlos Jimena y el bajista Paco Luis Martos muestra, una vez más, el alto nivel de la escena independiente actual del rock patrio.

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