Después de casi tres años sin publicar disco, El Arrebato lanza Músico de guardia, un "traje nuevo" para un mismo cantautor que, según dice en una entrevista con Efe, no ha perdido su "esencia" y no piensa abandonar su característica bandana, ya que le da "personalidad" y "mucha intimidad".

"Otros compañeros se tienen que poner una gorra o taparse la cara, pero yo, al revés, me quito la bandana y no me conoce nadie", explica el artista, nacido Javier Labandón (Sevilla, 1969), para quien ese accesorio en el pelo se ha convertido también en "una seña de identidad".

En su nuevo trabajo, Músico de guardia, lanzado ayer bajo el sello de Universal, ha apostado por "un sonido nuevo muy actual", para lo que ha contado también con nuevos productores, sin dejar que se pierda, dice, "la esencia de El Arrebato".

El título de su noveno álbum tiene que ver con un descubrimiento del sevillano que llegó un año después de terminar su anterior disco, La música de tus tacones (2014), cuando decidió que "necesitaba un descanso". Temas optimistas y románticos componen el nuevo repertorio, que tiene como gran protagonista al amor, al igual que ocurre en anteriores trabajos de El Arrebato, que, afirma, "no sabe hacerlo de otra manera".