En una ocasión, la poeta Tina Suárez Rojas se refirió al germen de la poesía con las palabras del escritor chileno Enrique Lihn, que expuso que "el corazón es pobre de vocabulario". Y en el ejercicio de poetizar sus aristas y misterios, la poeta grancanaria publica Mi corazón es un cubo de Rubik desordenado (Baile del Sol, 2016), un algoritmo poético de seis movimientos alrededor del corazón que refleja "esta épica diaria que consiste en comprenderlo", como reza un verso del primer poema, Pórtico.

Suárez Rojas presentó ayer su nuevo poemario en la carpa Macondo, en la Feria del Libro de Las Palmas, donde estuvo acompañada por el también poeta Ángel Sánchez, a quien la autora dedica este libro y a quien agradeció "de todo corazón" su presencia en la velada, "como un inmenso y frondoso árbol a cuya sombra me siento especialmente arropada".

"Lo que puedo decir de este libro es que es un punto y seguido en mi manera de concebir la poesía", declaró ayer la autora de obras como Las cosas no tienen mamá (2008), Brevísima relación de la destrucción de June Evon (2013) o Así habló Sara Trasto (2014), que desgranó al público "los derroteros poéticos por los que he transitado para escribir este poemario".

Mi corazón es un cubo de Rubik desordenado es un libro estructurado en seis colores, a imitación de los seis colores que pincelan este rompecabezas tridimensional que se arma y se desarma a cada giro, como sucede en un poema.

"Cada una de las partes de este libro representa las diferentes formas y los diferentes contenidos con los que a mí me gusta dar vida a un poema", manifestó Suárez Rojas. "Por ejemplo, hay una parte integrada por textos que se complacen en el juego lingüístico y de recreación en el ejercicio del lenguaje; luego, otra parte se centra en los guiños culturalistas e intertextuales; y hay también un corpus de poemas más intimistas, desprovistos de la máscara de la ironía, tras la que yo suelo ocultarme, aunque ya sabemos que, en poesía, ocultarse es otra forma de desvelarse", matizó la autora. El resultado es un mosaico de vértices líricos donde, en palabras de la autora, "cada sección trata de identificar el multicromatismo de un cubo de Rubik desordenado, como una mescolanza de emociones también desordenadas y dispares".

Por su parte, Sánchez señaló la maestría de la poeta "para alinear pulsiones" y "volcar con extrema precisión cada lado del cubo para que alcance por fin el paisaje absoluto de su poesía". El poeta galdense reveló ayer que descubrió la obra de Suárez Rojas en una antología poética en 2006 y destacó en ella una voz lírica "tan vitalista y eufórica, como explosiva y contemplativa", que "no sólo es irónica, sino que payasea descaradamente con su nombre" y que "en este periférico parnaso, ha dicho lo indecible, lo inédito, lo insólito". "Cualquier poema de Tina vale un mundo", declaró, "porque es una poeta de incalculable peso específico, un castillo de fuegos artificiales y una voz singularísima en el campo de la poesía española".

Para quienes todavía no hayan frecuentado a la poeta, el tejido literario de Tina Suárez Rojas entreteje diversos mimbres, como la ironía, el juego, la subversión y el lenguaje metapoético o intertextual, plagado de referencias literarias y mitológicas, porque la literatura remite siempre a la literatura, tal como manifiesta esta poeta multileída o "poeta por inanición", que se nutre de fuentes tan diversas como Pavese, Pizarnik o Hölderlin.

Su legado poético consta de once obras, un universo lírico de espejos que se sublevan y conmueven, pero que se cimienta, sobre todo, en un magistral ejercicio del lenguaje. Como un juego preciso de versos y palabras, Suárez Rojas se acoge a la máxima de Pessoa que reza que "la poesía es puro fingimiento"; un sentimiento ficcionalizado que, en su ensamblaje con elementos lúdicos y lingüísticos es, también y sobre todo, un acto de amor.

Con todo, la poeta se despidió ayer con una cita de Homero Aridjis, que dice que "escrito el poema, el poeta desaparece". Por lo tanto, Mi corazón es un cubo de Rubik desordenado es ya "un libro que, como todos los libros, ya no me pertenece", expuso la autora, "porque lo que espero y deseo con tremendísima ilusión es que ustedes lo hagan suyo y que disfruten un poquito de su lectura".