Cristina Castaño (Villalba, Lugo, 1978) es Sally Bowles, la voz protagonista de Cabaret. El musical dirigido por Jaime Azpilicueta, de la mano de Som Produce, empresa responsable de espectáculos como Sonrisas y lágrimas, 40. El musical o Priscila, reina del desierto, agota su gira nacional y se despide de la cartelera española en el Teatro Cuyás, con 24 funciones entre el 23 de junio al 9 de julio. Castaño, que deja atrás su popular rol televisivo de la psicóloga Judith Pecker en la serie Aquí no hay quien viva para meterse en el rol de Bowles, lidera un "reparto de lujo", en palabras del director artístico del Teatro Cuyás, Gonzalo Ubani, en el que figuran Alejandro Tous o el grancanario José Carlos Campos. Una veintena de actores, cantantes y bailarines, además de los músicos protagonizan este musical.

Es el "broche de oro" al recorrido que ha tenido esta producción que se estrenó en el Teatro Rialto en Madrid en octubre de 2015, y que con motivo del 50º aniversario de su premiere en noviembre de 1966 en el Broadhurst Theatre de Broadway, con producción y dirección de Harold Prince, ha celebrado unas 500 funciones en una treintena de ciudades, con un balance de más de 350.000 espectadores. Además, con este montaje clausura el Teatro Cuyás su temporada 2016/2017.

Dos años lleva Cristina Castaño pegada a Sally Bowles en el Kit Kat Klub, la cantante inglesa y voz notoria de este musical ambientado en la ciudad de Berlín en 1931. Canciones emblemáticas como Willkomen, Cabaret y Money, Money, que forman parte de la banda sonora de la vida de varias generaciones se suceden en este montaje con dos horas de duración. El estreno en Teatro Cuyás es el 23 de junio, con doble función a las 18.00 y 21.00 horas.

"Hay un antes y un después en la actriz que interpreta a Sally Bowles", explicaba ayer la actriz Cristina Castaño en la presentación de Cabaret en el Teatro Cuyás, junto a Gonzalo Ubani y José María Cámara. En su opinión, este papel hace posible que a partir de ahora se la considere "como otro tipo de actriz que puede hacer otras cosas profesionales".

Con proyectos en cartera en cine, televisión y teatro, de los que prefiere no aventurar nada de momento, Cristina Castaño asiste a cada una de las 24 funciones que tendrá Cabaret en la capital grancanaria como un homenaje a este tiempo pegado al personaje. "Nadie se imagina que la loca psicóloga pudiera cantar, era un riesgo y ha salido bien", subraya Cristina Castaño acerca de esta aventura que le ha cambiado la vida. "Me la llevo en el corazón", asegura. La actriz animó al público a ir al Cuyás a disfrutar de "un gran espectáculo, el público tiene que aprovecharlo".

El tiempo que lleva de la mano de Sally Bowles "ha sido un sueño y un regalo, y voy a terminar aquí en Las Palmas. Van a ser las dos últimas semanas en las que voy a interpretar a Sally, y me voy a despedir de ella. Entonces, va a ser difícil deshacerte de un personaje, aparcarlo, cuando te ha dado dando y tú le has dado tanto", sostiene.

Castaño destacó el alto nivel de todo el personal artístico y técnico de Cabaret. Tanto la actriz como el productor enfatizaron el trabajo del grancanario José Carlos Campos en su rol de maestro de ceremonias. Según Cámara, Campos le tiene cogida la medida al papel como si hubiera sido escrito para él. En opinión de Cristina Castaño, "hemos hecho un buen equipo y me he sentido muy arropada y acompañada, y muy bien recibida a la hora de dar todo lo que yo quería dar al personaje".

La elección de Cristina Castaño fue una apuesta que se ha cobrado un resultado mayúsculo. En este sentido, el productor José María Cámara reconocía ayer que "el reto que teníamos era Sally Bowles y cómo íbamos a conseguir que alguien en este país fuera capaz de borrar la huella de Liza Minelli, hasta que llegó Cristina y le metió mano al personaje. El problema que queda ahora es que las siguientes artistas que quieran enfrentarse a Sally Bowles tendrán que enfrentarse al personaje de Cristina Castaño". Es Cabaret el musical por excelencia. Lo suscribe José María Cámara: "Si hay un musical que ver en la vida, hay que ver Cabaret".