El poema La Emilianada es una obra inconclusa que comenzó a escribir don Benito Pérez Galdós terminando sus estudios de Bachiller en el colegio San Agustín, el 16 de mayo de 1862, justo antes de marcharse a Madrid. Contaba entonces dieciocho años.

La obra fue encontrada por primera vez en 1964 por el hispanista de la Washington University de San Luís, Missouri, Dr. Joseph Schraibman, que lo publicó en la Revista Hispánica Moderna, tomo XXX, bajo el título Poemas inéditos de Galdós. Posteriormente varios autores han comentado el poema calificándolo como burlesco, cuando en realidad su estructura responde a la poesía heroica o épica, compuesta en octavas reales, una versificación de por sí difícil, utilizada desde el Renacimiento para largos poemas narrativos de épica culta. Esta compleja composición ha sido considerada el broche de oro del arte de versificar.

Puede que debido al hecho de que en el poema aparezcan nombrados ciertos compañeros de estudios de don Benito e incluso varios profesores del colegio San Agustín y por causa también del uso precisamente de la octava real circunscrita a un centro de enseñanza, composición reservada para narrar en verso guerras patrióticas y cantar hechos heroicos, es por lo que distintos estudiosos han considerado que se trataba de una burla al régimen, presuntamente dic-tatorial de dicho colegio. Hacemos reserva del uso del adjetivo dictatorial, porque a nosotros nos extraña que un colegio de enseñanza exquisita como lo fue el Colegio San Agustín, exponente canario de la llamada Escuela Nueva, mayormente regentado por miembros de la masonería y sociedades económicas de amigos del país, a su vez herederos del espíritu liberal de la Ilustración, ejercieran una dictadura en la enseñanza. Todo lo más que podrían ser calificados es de estrictos pero no de dictatoriales basándonos en los datos que aportamos. Aunque aparezcan los nombres de compañeros de estudios y profesores pesa más en el poema acontecimientos históricos acaecidos durante la Conquista como la mención al famoso lance de Doramas, recogido por Viera y Clavijo, caudillo canario que habiendo sido atacado a traición por las tropas castellanas, logró de un golpe con su palo arrancar la pierna de un jinete atacante, así como una llamada general a la defensa del suelo patrio:

"Muerte, sangre doquier, no más tiranos,

"Cráneos humanos pisen nuestras plantas,

"Lavemos en su sangre nuestras manos,

"Desgarren nuestras uñas sus gargantas:

"A matar, a matar, corred hermanos,

"Haced cumplir las leyes sacrosantas;

"Que absorto el mundo pelear nos vea

"Al resplandor de vengadora tea.

[?]

"Yo seré vuestro jefe y vuestro guía

"Será mi enseña, la preciada bota,

"Y yo os ofreceré la sangre mía

"Hasta exhalar la postrimera gota.

"Partícipe seré de la agonía

"Si airado Dios nos manda la derrota,

"Y cantaré con vos himnos de gloria

"Si justo Dios nos manda la victoria."

Dijo: y el pueblo atónito callando

No se atreve a luchar, ni lo comprende,

Porque de cada voz que va escuchando

Una gota de sangre se desprende:

Cuando el gigante Spínola gritando

La poderosa mano altivo extiende,

"¡Valor, exclama, el que valiente sea

"Corra conmigo a la feroz pelea".

[?]

El poema de más de seiscientos versos, además de que concluye con un "Se continuará" entre paréntesis, antes de la firma del autor, seguido por lo que parece el comienzo de una nueva estrofa "Coronados de?" , posee versos o incluso cantos completos inconclusos, que el autor rellena con bloques de puntos seguidos, a modo versos o estrofas por terminar como el caso del Canto VI.

Este Canto VI coincide con el canto que lleva el mismo número del poema Canarias de D. Nicolás Estévanez. Galdós proyectó cuatro títulos más de su Quinta Serie de Episodios Nacionales, titulados Cánovas, Sagasta, Cuba y por último Canarias. Bien podría ser que su último Episodio Nacional fuera totalmente compuesto en verso, en octavas reales, digna estrofa para los sucesos desgraciados y a la vez heroicos acontecidos en su tierra natal y sobre la cual, aparentemente, don Benito no escribiera nada.

Sabido es que ambos personajes de la élite canaria del momento, don Benito y don Nicolás, eran amigos y correligionarios y es más que probable que don Nicolás se prestara a esconder el poema de Galdós entre sus versos. ¿Por qué recalcamos que el poema pudieron haberlo escondido? Pues por la razón de que por esa época hasta el final de siglo XIX se llevaron a cabo las guerras de independencia de las colonias contra España y los independentistas y sus simpatizantes eran perseguidos, encarcelados y asesinados. El propio Estévanez refiere en sus Memorias que el mismo pudo haber sido asesinado después de las revueltas que se originaron en Cuba tras el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina por el Cuerpo de Voluntarios españoles en aquella entonces colonia.

El tono y el ritmo de ambas composiciones son los mismos salvo que cambia la versificación de octava real a romance, también de once sílabas y heroico:

VI

(presuntamente de Estévanez)

Era el conquistador omnipotente:

sometidos los guanches a Castilla,

imperaba en Canarias el de Lugo

verdadero monarca de las islas.

Los pocos naturales que pudieron

sobrevivir a la canaria ruina,

legaron a sus nietos la venganza

para un lejano aunque seguro día.

Y despojados de sus propias tierras

por la extranjera criminal codicia;

repartidos sus bienes, sus ganados,

entre aquella falange comunista,

se fundieron en un solo pueblo,

en una sola, fraternal familia,

con los mismos soldados españoles

que demostraron más su valentía,

despojados también por los magnates,

hambrientos segundones de Castilla,

y por otros taimados mercaderes

que acudieron después de la conquista

como acuden después de la matanza

las asquerosas aves de rapiña.

El poderoso Lugo, no colmado

de sus negras pasiones la medida

absoluto señor de aquellas tierras,

sin freno en su ambición y en su avaricia

se enamoró de una doncella hermosa

que llevaba por nombre Guayarmina.

Quiso hacerla su esclava, no pudiendo

por el amor ni el oro seducirla;

pero la isleña despreció al tirano

sin temor a su fuerza ni a sus iras;

En los impuros brazos del gallego

hubiera hallado lisonjera vida:

resistiendo sus torpes amenazas

en Agaete de su honor cautiva,

vivirá eternamente su memoria

en las canarias fértiles campiñas.

Y al recordar su desastrosa muerte

que fue venganza del de Lugo digna,

maldecirán del de Lugo la memoria

aplaudiendo a la heroica Guayarmina.

En el Canto V, Estévanez usa la misma estructura narrativa de Galdós, al punto que se puede afirmar que es el mismo poema (con la salvedad expresa de que uno está en romance y el otro en octavas, ambos heroicos). Cuando El Teide se despierta, en la secuencia

-¡Es el Echeide! les gritó Bencomo;

¡Silencio y de rodillas! Mientras habla

permanezcamos a sus pies de hinojos!-

[?]

"Sois mis hijos: escucho vuestra queja

y la desgracia miro en vuestros ojos,

y en vuestro duelo, como padre acudo

para secar el llanto en vuestros ojos.

Yo soy el Tiempo; y en mi frente cana

como nevada cumbre en el otoño,

está la autoridad con que yo vengo

para hacerme escuchar entre vosotros.

[?]

No penséis en venganzas infecundas,

dejadme las venganzas a mí sólo,

pues yo alcanzo lo mismo a los gigantes

que a los más diminutos infusorios.

[?]

Por la patria que amáis cual buenos hijos,

recibid al hispano entre vosotros,

y cruzada su sangre con la vuestra

se engendrará una raza de colosos.

Y cuando llegue el suspirado día

de la justicia en el terrestre globo,

romperán los canarios las cadenas

que a los unos opriman y a los otros.

[?]

Escuchad mis consejos paternales;

que depongáis las armas os propongo;

y en alianza perpetua con Castilla

alcanzareis un porvenir glorioso".

[?]

Dijo: y al punto se cegó su cráter,

y se cerraron sus abiertos ojos,

y su llamada se apagó con un rugido

que fue repercutiendo hasta los polos.

[?]

Arrojaron sus armas los guerreros,

de la patria llorando los despojos;

y en vez de la clemencia castellana

encontraron verdugos rencorosos.

?????????????.. (idéntica estructura incompleta que en La Emilianada)

Como puede apreciarse, tema, estructura narrativa, silencio, tono y ritmo son los mismos en ambas composiciones si es que se puede hablar en plural de dos poemas distintos, pues poseen el mismo sello de autoría, como puede comprobarse si comparamos el referido al principio, aquél del

Dijo: y el pueblo atónito callando

No se atreve a luchar, ni lo comprende, [?]

o más adelante también en La Emilianada

Dijo: y envuelto en negros pensamientos

Dobló la frente sobre el mármol duro, [?]

con el Canarias "de Estévanez"

Dijo: y al punto se cegó su cráter,

y se cerraron sus abiertos ojos, [?]

Una de las tareas principales, si no la más, de la Filología Forense es determinar la autoría de un texto. En nuestro caso está claro que ambas composiciones están realizadas por la misma persona, pues además de los elementos mencionados anteriormente de tema, estructura narrativa, silencio, tono y ritmo, numeroso vocabulario pertenece al acervo cultural del mismo autor que lo identifica plenamente.

El tándem Estévanez-Galdós, es similar, que no idéntico, al formado por Teófilo Martínez de Escobar-Benito Pérez Galdós, que escriben juntos Un viage de im presiones cuando zarpan en el vapor Almogávar rumbo a "la Península española" en septiembre de 1864, compuesto de veintidós capítulos pero escritos sólo los dos primeros, que refieren su salida de Gran Canaria y su estancia en Tenerife respectivamente, para sólo referir el contenido de los otros veinte, el tercero de ellos "Adiós a nuestra patria", es decir Gran Canaria y Tenerife juntas como Islas Canarias, "la patria"; luego el quinto sólo "Cielo y agua" que es lo único que se ve cuando se realiza dicha travesía; posteriormente, en el noveno "Los últimos destellos de la patria", que es cuando tras varios días de navegación sólo se ve el Teide sosteniendo el cielo; y los tres últimos que rezan respectivamente "Vamos a Madrid", "Vivimos en Madrid" y un cierre emotivo "¡Quién estuviera en Canarias!".

Éste es nuestro verdadero Benito Pérez Galdós, un narrador, dramaturgo y poeta en lengua española, que no sólo no renegó de su tierra natal sino que supo magistralmente recordar a España en su propia lengua la sangrienta tragedia que escribió en Canarias y en América y mostrar, a canarios y españoles, el camino humanista para su regeneración, desarrollo y concordia.

El estudio completo, que aquí se esboza, se publicará, D.m., el uno de noviembre del año en curso bajo el título Un guanche en Madrid. El Compromiso Indigenista canario de Benito Pérez Galdós. Actualidad de los Nacionalismos Pacifistas. Pasado, Presente y Futuro de un Pueblo. Edición numerada (sólo 500 ejemplares). Puede hacer ya su reserva en info@coordinadoraestudiosgaldosianosdoramas.org