Floreció la calavera

tiene rosas en el pelo

y capullos en la cuenca;

¡floreció la calavera!

Crea que te crea está el creador;

Dámaso-hombre

Dámaso el transformador.

Con un sostén viejo

-sabe Dios de quién-

sostiene unas flores

de extraño poder.

¡Sobrenatural!

Sus alas de algo

aún huelen a sal.

Mundos de belleza

con las cosas toscas,

-mira la muñeca

del cojín de raso

cagado de moscas-.

Con la punta vieja

de un calcetín

nace el puma

tocando el violín.

Edifica el escombro

-ante el asombro-.

De pronto canta un coro de materia inerte

A la vida de nuevo nos lleva la muerte.

El Aparador.

Múltiples vicetriples-calaveras

suenan sus fémures y sus cadenas

Dámaso pinta la música

con el color del ritmo.

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